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ENTREVISTA

«Este año ha llegado más agua que nunca del Tajo; pero se ha plantado un 20% más»

«No estamos muy lejos de esa burbuja agrícola de la que se habla. Según el lenguaje de algunos, se ha plantado hasta en las terrazas», asegura

Manuel Buitrago

Martes, 23 de septiembre 2014, 11:41

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Con las nuevas reglas del juego recién aprobadas por el Gobierno central, el Trasvase Tajo-Segura inaugura otro ciclo, esta vez con el futuro garantizado y blindado por ley. Esto no le asegura a los regantes toda el agua que necesitan, ya que tal cosa depende de la lluvia y no del BOE, reflexiona José Manuel Claver, presidente del Sindicato Central de Regantes, quien reclama con urgencia el Plan Hidrológico Nacional para no seguir en el filo de la navaja. La flamante normativa del acueducto llega en mitad de otra atroz sequía, mientras se entrecruzan elementos dispares: es el año en el que los regadíos han recibido más agua del Tajo, pero al mismo tiempo está a punto de producirse una burbuja agrícola por el exceso de plantaciones. El Sindicato de Regantes ha encargado un estudio a la Universidad Politécnica de Cartagena para comprobar que el agua desalinizada es inocua para los cultivos. El guiño de la historia ha hecho que la nueva etapa a la que se enfrenta el Tajo-Segura haya coincidido con el reciente fallecimiento de José María Martín Mendiluce, considerado el 'padre del Trasvase'.

-Las nuevas normas reguladoras del Trasvase que acaba de aprobar el Gobierno llegan en el peor momento, con otra sequía atroz que afecta tanto al Segura como a la cabecera del Tajo. Todo un reto.

-Con este real decreto se completa toda la reforma relativa al Trasvase Tajo-Segura. Supone el desarrollo de la ley aprobada el año pasado, basada en el Memorándum. Para nosotros es un motivo de satisfacción porque se culmina ese proceso de reforma. Es cierto que llega en un momento delicado en el que dependemos totalmente de la meteorología de cara al nuevo año hidrológico, en el que no sabemos qué va a ocurrir. El real decreto nos garantiza la disposición de recursos desde el punto de vista jurídico, lo cual es muy importante, aunque no asegura en sí mismo tales recursos. A día de hoy son insuficientes para atender toda la zona regable del Trasvase y por ese motivo reclamamos el nuevo Plan Hidrológico Nacional.

-La patronal Croem y otras organizaciones y colectivos opinan que este decreto perjudica a la Región.

-Comprendo que haya gente que se pueda sentir un tanto desilusionada con esta cuestión, pero tenemos que valorar todo lo que se ha conseguido en su conjunto. Y desde el punto de vista técnico jurídico lo que viene recogido en la ley significa la consolidación del Trasvase Tajo-Segura como no lo hubo nunca en la historia. Nunca había existido semejante garantía. Evidentemente, que esté publicado en el Boletín Oficial del Estado no garantiza la lluvia. Necesitamos con urgencia un cambio meteorológico; y al mismo tiempo que se apruebe el PHN porque no podemos estar siempre en el filo de la navaja, que es hasta ahora nuestro sino. La importancia que tienen los regadíos del Sureste para la economía de la zona y del resto del país no merece un trato así. Es como si se dijera que las fábricas no saben si van a tener energía para producir. ¿Cómo se puede funcionar de ese modo? Por la misma razón, aquí existe una industria agrícola de primer orden y nos sabemos si va a funcionar porque desconocemos si habrá agua suficiente. Eso es ilógico. Ya está bien.

-¿Espera que ésta sea la última vez en la que se toque por ley el Tajo-Segura?

-Así lo espero. El real decreto ha sido fruto de una negociación entre todas las partes afectadas y ha habido que dejarse algún pelo en la gatera. Hay cosas que nos gustan menos, pero hay que valorar el conjunto, ya que es la mejor manera de vivir con tranquilidad. Sería un sinvivir que, además de la escasez que soportamos, continuaran los problemas políticos.

-Vislumbran un otoño muy complicado, en el que no está asegurada el agua necesaria para regar. No es una situación nueva, pero en esta ocasión se han encendido todas las alarmas.

-En este año hidrológico ha llegado más agua que nunca de la cabecera del Tajo. En conjunto, para el regadío hemos distribuido 327 hectómetros cúbicos en destino, una vez descontado el 10% de pérdidas. Junto a eso, nos han autorizado operaciones de cesiones de derechos -compra de agua- en el Tajo y el Segura, aunque no tanto como habíamos solicitado, lo cual no entendemos. También podemos acudir a la reserva estratégica para completar las dotaciones. La verdad es que nos han asignado mucha agua. Nunca se ha consumido tanta, pero al mismo tiempo se ha producido un crecimiento exponencial de la demanda. Se ha plantado muchísimo. Y lo que es peor, se ha hecho una gran plantación de cultivos de invierno cuando no está claro si vamos a disponer del agua necesaria con la sequía tan tremenda con la que nos hemos encontrado. Las próximas semanas puede haber problemas.

-¿Se ha producido una especie de burbuja en los regadíos, como se predijo hace meses?

-No estamos muy lejos de esa burbuja agrícola de la que se habla. Según el lenguaje de algunos, se dice que se ha plantado hasta en las terrazas. En términos globales se ha demandado entre un 15% y un 20% más de agua, y eso es muchísimo, tanto en la zona del Trasvase como en el resto del regadío. Creo que es un fenómeno general.

Temor al periodo electoral

-¿Cree que le queda tiempo al Gobierno de Rajoy para sacar adelante el Plan Hidrológico en lo que resta de legislatura?

-Se han perdido unos meses porque se podía haber abordado el proyecto cuando se terminaron los planes de cuenca. No vemos por ahora un movimiento significativo y decidido para finalizar el PHN. Nuestro temor es que pueda verse superado por una visión meramente electoralista de cara a las próximas elecciones autonómicas y locales, que están a la vuelta de la esquina, y después por las elecciones generales. Para nosotros debe primar la visión de Estado y se tiene que avanzar de forma decidida. Si ahora no se acomete el PHN existiendo un Gobierno que tiene mayoría absoluta tanto a nivel central como en las comunidades autónomas implicadas en la materia, será muy difícil que puede hacerse en el futuro. Aplaudimos y compartimos la petición que hizo el presidente regional Alberto Garre a la ministra de Agricultura, y hay que ser exigentes porque es de justicia. ¿Cómo se van a cubrir los 480 hectómetros de déficit de la cuenca del segura, reconocidos por ley a través del plan de cuenca?

-¿Entre todas las opciones estudiadas hasta ahora en el PHN, cuál sería la propuesta más viable para ustedes?

-Nosotros precisaríamos recursos siempre que sea a un coste sostenible. No se puede venir con agua a un precio que resulte inviable para el regadío, que en nuestro caso son cultivos de alta eficiencia. Este punto se debe tener muy claro a la hora de proponer alternativas de cualquier tipo.

-El Ministerio va a incluir las desalinizadoras en la nueva planificación hidrológica. Desde el Sindicato llevan muchos años negociando. ¿En qué condiciones aceptarían esos recursos?

-El agua desalinizada no hay que demonizarla, ni muchísimo menos, porque puede ser una tabla salvación futura. Pero tiene dos inconvenientes. Uno muy importante, que es su inocuidad. A unas zonas les llegará el agua físicamente de la desalinizadora y a otras del Trasvase, y además se harían permutas. Eso puede perjudicar a quienes vayan a utilizar caudales de las desalinizadoras que a la postre puedan resultar dañinos. Por este motivo, hemos encargado un estudio a la Universidad Politécnica de Cartagena para analizar los problemas que se puedan presentar y tratar de darles solución. En Israel es donde más se ha avanzado en el uso del agua desalinizada para los regadíos.

-¿A qué problemas se refiere?

-Los problemas pueden surgir por el exceso de boro o por las deficiencias en calcio y magnesio. Todo afecta a las propiedades del agua y lógicamente al producto final. Eso debe analizarse para comprobar las consecuencias que pueda tener en los cultivos. Una vez solventada esta cuestión, si la desalinizadora de Torrevieja vierte sus caudales en el embalse de La Pedrera habrá que establecer un sistema de calidad de esas aguas, así como el porcentaje de mezcla con las procedentes de la cabecera del Tajo que se depositan en el mismo sitio. Si eso es así, y si el precio es asequible, naturalmente que estamos dispuestos, pero partiendo de esas dos premisas. Si el Gobierno no aborda de inmediato la ley del Plan Hidrológico tendrá que ver qué compromisos adopta para que ese precio resulte asumible y lo equipare a la tarifa del Trasvase, o quizás un poco más cara, pero nada más. Aquí no podemos ser ciudadanos de tercera categoría pagando un precio inasequible pese a existir agua suficiente para todos en España.

-Días atrás falleció el ingeniero Martín Mendiluce, el 'padre del Trasvase'. ¿Qué recuerdos guardan de él?

-Fue el redactor del Trasvase y tuvo una relación muy estrecha con nosotros. Siempre estaba preocupado buscando alternativas para optimizar el proyecto. Sus estudios se basaron en la serie histórica de la que dispuso en aquellos momentos, según las cuales había una media de aportaciones de 1.200 hectómetros cúbicos anuales. Pero a partir de los años 80 se comprobó que las aportaciones en Entrepeñas y Buendía estaban disminuyendo. Fue una persona muy comprometida y entrañable y tenemos una deuda de gratitud con él. Le dimos la medalla de oro cuando se cumplieron los 25 años del acueducto.

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