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Montiel: «Estamos en el borde del mar y nos ha tocado»

J. G. BADÍA

Sábado, 26 de julio 2014, 00:26

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Estuvo a punto de sufrir una indigestión, pero del disgusto. Juan Montiel, dueño del puerto que lleva su nombre en Águilas y en el que se incautaron 680 kilos de 'coca' el pasado jueves, tuvo conocimiento del despliegue policial durante una cena. «Estaba con unos amigos en el puerto, cuando me enteré. Me dijeron que vino un barco lleno de droga». No fue el único sorprendido de la zona, puesto que el amplio dispositivo desplegado y el precinto policial pillaron por sorpresa a los vecinos del paseo marítimo, clientes del Hotel Puerto Juan Montiel y a los turistas que disfrutaban de una jornada de sol y playa.

Todos ellos contemplaron atónitos el desembarco policial, la detención de los tres presuntos narcotraficantes y la incautación de la mercancía que guardaban en el velero. De hecho, los detenidos permanecieron en el puerto deportivo hasta bien entrada la noche, respondiendo las preguntas de los agentes.

El edil de Seguridad Ciudadana, Francisco Clemente, explicó ayer que se enteró de la redada «tras recibir una llamada de la propia Policía Nacional. Ni el Gobierno local ni la Policía Local sabíamos nada y no es normal que Águilas sea un punto para el contrabando de droga». Clemente felicitó a los agentes «por el éxito de la operación y por la prudencia con la que la han ejecutado».

En los cinco años de historia del puerto, que cuenta con 355 amarres, «es la primera vez que desgraciadamente ocurre esto», reconocía ayer el conocido empresario. No obstante, Montiel apuntó que a la dársena «vienen todos los días veleros y barcos que están de paso. Aquí viene gente de todo el mundo y no sabemos lo que llevan dentro, solo les pedimos los papeles y el seguro. Estamos en el borde del mar y nos ha tocado».

El dueño de la dársena relató a 'La Verdad' que «el velero intervenido era de un cliente de tránsito, como los demás, y se le dio un punto de amarre según la eslora del barco». El amarre, al parecer, estaba cerca de la puerta de acceso para facilitar la descarga de la mercancía, por lo que se sospecha que no era la primera vez que presuntamente utilizaban este puerto para sus oscuros intereses.

Juan Montiel reconocía que «me ha sorprendido todo, nunca había visto esto, que venga un barco que parece que viene de veraneo y lleva droga». Pese al disgusto, el empresario no había perdido el sentido del humor: «A ver si me hacéis publicidad del puerto».

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