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Javier Pérez Parra
Miércoles, 14 de mayo 2014, 10:58
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Manuel Pencas, encofrador de 43 años, llevaba toda la mañana trabajando en una obra en Dos Hermanas (Sevilla), y estaba agotado. No había escuchado las noticias que ya ese día -el pasado miércoles- estaban circulando por el pueblo. Ajeno al temor desatado entre los vecinos por la repentina aparición de varios ejemplares de la nada amigable araña parda reclusa mediterránea -uno de los arácnidos más peligrosos de la Península Ibérica-, Manuel se quitó la bota del pie derecho para desentumecerse y relajarse antes de volver al tajo. No notó la picadura ni vio a la araña (apenas mide unos 15 milímetros). Se puso de nuevo el calzado y siguió con lo suyo. Al fin y al cabo había ido allí a trabajar desde Bullas, donde vive, así que no tenía tiempo que perder.
A las pocas horas, empezó a picarle el pie. «Me quité la bota y vi que tenía una ampolla. Me la reventé», recuerda ahora, mientras se recupera en el Hospital del Noroeste, en Caravaca de la Cruz. «El jueves me sentía fatal, me empezó a doler todo y tenía fiebre. El viernes regresé de Sevilla y me vine directamente a Urgencias», relata. Los médicos empezaron a suministrarle antibióticos y a tratar los síntomas, especialmente la inflamación del pie derecho, que fue creciendo hasta derivar en una incipiente necrosis.
Tras detectar la picadura entre los dedos del pie, estudiar la evolución del paciente y comprobar la aparición de la araña parda en Dos Hermanas, los facultativos llegaron a la conclusión de que, efectivamente, este arácnido parece ser el culpable. Así lo confirman fuentes de la Consejería de Sanidad, que explican que Salud Pública y el servicio de Zoonosis están ya analizando el caso.
Seis días ingresado
Lo que le ha pasado a Manuel Pencas no es ninguna broma. Lleva ya seis días en el hospital, y aunque de momento no parece necesaria una intervención quirúrgica, todavía hay que esperar a comprobar la evolución de la herida. El veneno de la 'loxoceles rufescens' (araña parda reclusa mediterránea) tiene una alta toxicidad. Lo saben bien en Montequinto, la barriada de Dos Hermanas en la que han saltado las alarmas. La Junta de Andalucía niega que haya una plaga, aunque recomendó al Ayuntamiento que desinsectase la plaza de la localidad en torno a la que se han encontrado más ejemplares. Ya se han producido varias mordeduras (no solo en Dos Hermanas, también en otras poblaciones cercanas), aunque según la Junta no hay casos graves. La araña parda, de color marrón y con un dibujo en forma de violín sobre la parte delantera, no es, sin embargo, una extraña en la Península, advierten los expertos. No hay, en todo caso, constancia de que se hayan producido casos similares al de Manuel Pencas en la Región en los últimos años.
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