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GUILLERMO HERMIDA
Viernes, 24 de enero 2014, 20:37
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Doce verdaderos valientes, oficiales de la recién formada I Bandera de Paracaidistas al mando del capitán Salas, escribieron hace ahora 66 años la primera página del paracaidismo en España. Lo hicieron en Alcantarilla, al lanzarse, un 23 de enero de 1948, desde los viejos Junkers y Savoias con los que el Ejército del Aire estaba equipado. Mucho ha llovido desde entonces -más de 1,4 millones de lanzamientos solo en la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada-, pero el riesgo sigue estando presente, aunque se haya perdido en parte el espíritu pionero de aquéllos años.
Este viernes, en un acto presidido por el Jefe del Estado Mayor del Aire, el general García Arnaiz, y el jefe de la base, el coronel Sánchez Flores, el Ejército del Aire, que cumple este año 75 de existencia, se celebró el aniversario con un sencillo acto, cuyo colofón, como no podía ser menos, fue una exhibición paracaidista.
García Arnaiz, en su alocución, destacó el papel de «pieza fundamental» de la base y su «excelencia en la enseñanza», al tiempo que también reconocía el papel de los veteranos. Algunos de ellos se sumaron al acto, como José Luis Garmendia, un santanderino que en 1950 formó parte del sexto curso paracaidista. «Con bajar ya nos era suficiente», recordaba Garmendia asombrado mientras los miembros de la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire desafiaban a la gravedad con sus paracaídas de última generación.
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