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«El picudo rojo es tan nutritivo como la leche o las legumbres»
REPORTAJE

«El picudo rojo es tan nutritivo como la leche o las legumbres»

Juan Antonio Delgado, profesor de Zoología de la UMU, asegura que no ve tan descabellada la última recomendación de la FAO de consumir insectos

RAÚL HERNÁNDEZ

Miércoles, 22 de mayo 2013, 14:49

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Larvas de picudo rojo, gusanos de seda, abejas, avispas y saltamontes. Estos serían algunos de los principales manjares que estarían disponibles en la Región si el consumo de insectos estuviera regulado en nuestro país.

Sin embargo, los neofílicos tendrán que esperar para consumir este nuevo tipo de cocina que aconseja la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su último informe. La ausencia de legislación hace que no existan controles sanitarios sobre estos animales, por lo que comer bichos sería perjudicial para la salud por el uso de pesticidas que los hacen tóxicos.

Sin embargo, en una hipotética regulación quienes defienden esta cocina aseguran que son un auténtico manjar a la par que nutritivos.

«En este asunto somos nosotros, los occidentales, los extraños. Dos mil millones de personas consumen insectos y bichos en el mundo, y tanta gente no puede estar equivocada», asegura el doctor Juan Antonio Delgado, profesor titular del Departamento de Zoología de la Universidad de Murcia.

A pesar del horror que para muchos ha supuesto esta última recomendación de la FAO, el fondo de la cuestión es el aprovechamiento de un recurso que brinda la naturaleza y que se encuentra aún por explotar y cuyo paso inmediato sería la cría de insectos como pienso para los animales, algo que aliviaría la sobreexplotación de los mares y océanos.

«La barrera cultural que tenemos en occidente nos impide ver que estamos ante un recurso que ofrece numerosas oportunidades, tantas como insectos hay en el planeta. La inclusión de los insectos como en forma de pienso para el ganado aliviaría la explotación que sufren los mares y océanos por la pesca masiva de pescado para elaborar ese alimento. Este es un beneficio neto», indica Delgado.

América Central y del Sur, África, Asia y Australia son los lugares del planeta donde más insectos se consumen, y los más cocinados son escarabajos, orugas, abejas, avispas y hormigas, y saltamontes, langostas y grillos. Muchos de ellos son ricos en proteínas y grasas consideradas beneficiosas para la salud y poseen un elevado contenido en calcio, hierro y zinc.

«Una sola larva del picudo rojo proporcionaría la cantidad diaria recomendada para un niño de entre 1 y 2 años. Este insecto y sus parientes son de los más nutritivos que existen. Su aportación de proteínas, y sobre todo de vitaminas A y E, se podría comparar a la de la leche y las legumbres», señala el entomólogo de la UMU.

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