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La expedición, a su llegada al fuerte de Navidad. Foto Antonio Gil
La Cartagena más pirata
Excursión con toda la 'troupe'

La Cartagena más pirata

Una excursión en barco por la dársena enrolados como bucaneros para 'asaltar' el fuerte de Navidad

MIGUEL RUBIO

Jueves, 18 de octubre 2012, 19:50

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Este pirata no lleva parche en el ojo, ni se apoya en una pata de palo, ni porta un loro en el hombro. Tampoco tiene nada que envidiar al capitán Jack Sparrow, ya que se desenvuelve con estilo con el sable. Aunque su mejor arma es la improvisación;con ella se mueve como pez en el agua para diversión de la tropa. Si quiere pasar una mañana de sábado entretenida con los pequeños de la casa, entonces no se pierda la visita teatralizada al fuerte de Navidad. Es una de las novedades que el consorcio Cartagena puerto de culturas ha preparado, con acierto, para esta temporada. Hasta el 9 de diciembre, la experiencia acerca a la ciudad portuaria el mundo de los temidos bucaneros que recorrían los mares a la caza de tesoros. Un consejo: déjese llevar por la historia de la mano de este singular Barbarroja. La recompensa, entrar en la hermandad corsaria.

La excursión comienza cada sábado, a las 12.00, en la escala real, de donde parte el catamarán turístico que recorre la dársena. En el quiosco que hay en el puerto puede adquirir las entradas. Si no quiere hacer el viaje en balde, llame antes por teléfono (968 50 00 93) para reservar. El precio (8 euros por barba, con descuentos para familias numerosas y grupos) incluye la visita teatralizada titulada El pirata al abordaje y un paseo en barco por el puerto.

Nada más soltar amarras, Barbarroja hace su aparición en la cubierta superior para sorpresa del pasaje. Empieza la aventura, y hasta las dos de la tarde, niños y, también, por qué no, mayores, pueden soñar con convertirse en lobos de mar. La visita teatralizada (quizás se echa de menos algún actor más) se plantea como un viaje para desvelar los enigmas, estrategias y códigos bucaneros, además de dar a conocer cómo estos bandidos del mar surcaban los océanos a la caza de cofres repletos de doblones de oro.

Atención grumetes: Barbarroja os pondrá a prueba. Porque para entrar en la hermandad pirata hay que tener unos conocimientos básicos. A ver, ¿qué comían estos filibusteros en sus travesías? Pues cuentan que el plato del día era la sopa de tortuga. Esos animales marinos eran embarcados vivos para disponer de carne fresca durante la singladura. Y (ésta es más fácil)¿qué no podía faltar en las bodegas del barco? Pues, claro, el ron, con el que alegrar las gargantas. Porque en esta excursión tampoco faltan los cánticos bucaneros ni las consignas para insuflar ánimos a la milicia. «No hay pirata sin navío ni navío sin bandera», proclama Barbarroja, coreado por sus secuaces.

Los visitantes no solo tendrán que demostrar que saben la teoría mínima del mundo de la piratería. Lo principal para entrar en la hermandad es dar pruebas sobradas de valentía y arrojo. Yla oportunidad se presenta a los 10 minutos de comenzar el viaje, cuando a estribor aparece la fachada del fuerte de Navidad. La tripulación enrolada en esta experiencia bucanera se enfrenta al reto de tener que tomar al abordaje esa construcción defensiva.

Menos mal que la guardia parece dormida. Aun así, el desembarco hay que hacerlo con sigilo y seguir las recomendaciones del capitán para no estropear la aventura. En el fortín, los grumetes conocerán cómo se vivía en estos fortines y con qué defensas contaban. De hecho, los aspirantes a corsario tendrán la oportunidad de ver cómo fusionaban sus cañones. La artillería del fuerte de Navidad cruzaba fuego con la batería de Santa Ana, que junto a las de Trincabotijas y Podadera defendían la bocana del puerto.

Como no podía ser de otra manera, el asalto concluye con el izado de la bandera pirata en el mástil que corona la fortaleza. Cumplido el cometido, los nuevos bucaneros podrán firmar su acta de entrada en la cofradía, adoptando un nombre acorde con la nueva profesión. Mientras se cumplimenta el papeleo, el pasaje tendrá tiempo para conocer la muestra La aventura pirata, que reúne 18 maquetas de galeones, galeras y navíos realizadas por Juan Barreto. Como ambientación, se ha reproducido una típica taberna corsaria.

Toca regresar al catamarán y completar la ruta por la dársena, para ver Escombreras y las algamecas. De regreso al puerto, la bandera pirata aún ondea en la fuerte.

«¡Victoria!»

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