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Lola Gracia y Carlos Piñana, sentados en el suelo durante la entrevista.
«Una vez firmé un autógrafo en el pecho de una chica»
CASUAL FRIDAY

«Una vez firmé un autógrafo en el pecho de una chica»

El guitarrista Carlos Piñana se pasa por Casual Friday y nos desvela su faceta más personal

LOLA GRACIA

Viernes, 13 de julio 2012, 16:25

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El guitarrista y compositor Carlos Piñana, ha sido el último invitado antes de dar vacaciones a Casual Friday hasta el próximo mes de septiembre. El espacio patrocinado por Herrero y López y dirigido y presentado por Lola Gracia, ha mostrado en esta ocasión la faceta más personal de este joven artista, heredero de la tradición flamenca de los Piñana.

El tocaor asegura que se le presenta un mes de agosto con muchos bolos, sobre todo en festivales de música, y nos ha contado que en algunas de esas actuaciones una chica extranjera le pidió un autógrafo directamente sobre el pecho «no era española y me juró que no se ducharía», añadió entre risas. También puntualizó que todo el tiempo libre de que dispone lo dedicará a su familia y al ejercicio físico que practica a diario (bicicleta estática, mientras visiona capítulos antiguos de Espediente X).

Piñana afirma asimismo que el flamenco es un género que siempre genera entusiasmo en el público de todas la culturas, especialmente en la oriental: «Lo bueno de esta música es que no pasa de moda que siempre es acogida con gran cariño por parte del público pero en Japón es de auténtica locura lo que sienten por el flamenco, especialmente por el cante y por el baile. Y en mi caso es recíproco, yo siento una gran pasión por este país».

El artista cartagenero se siente muy feliz al poder vivir de su profesión, tanto que no le importaría que su pequeña hija Carlota siguiese sus pasos artísticos: «Yo he jugado con ventaja porque tanto mi abuelo como mi padre se dedicaban a esto y me han enseñado mucho, las ventajas y los inconvenientes. Yo haría lo mismo con mi hija, le explicaría de qué va esta historia». En este sentido confiesa que: «aunque vivir de la música es sacrificado, también es algo maravilloso. Cuando salgo a un escenario me olvido del mundo, me siento poderoso. Es algo indescriptible».

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