CSIF acusa a UGT y CC OO de anteponer la defensa de «sus privilegios»

La división sindical en la Región va camino de convertise en conflicto bélico. Hoy, CSIF acusa a UGT, CC OO y Sterm, sindicatos no firmantes del acuerdo con la Comunidad para modificar el 'tijeretazo', de negarse al pacto para defender "sus privilegios".

En un correo remitido a sus afiliados y difundido a los medios, argumenta: "para que las empleadas y empleados públicos de la CARM podáis entender la divergencia de posturas de las organizaciones sindicales al término de las negociaciones para la modificación del 'tijeretazo' es muy importante que conozcáis qué otros asuntos se estuvieron negociando con el Gobierno regional. Desde nuestro punto de vista, las verdaderas razones o líneas rojas que han impedido que otros sindicatos firmaran la modificación de la Ley son las subvenciones sindicales, los liberados sindicales y las subvenciones a la televisión autonómica".

El sindicato de funcionarios asegura que propuso, en el transcurso de la negociación, que la partida económica de decenas de millones de euros que el Gobierno regional concede anualmente en subvenciones destinadas a los sindicatos y otras organizaciones se destinaran, este año, a paliar el recorte de derechos sociales y económicos que la Ley ha ocasionado a los empleados públicos.

La negociación entre sindicatos y Comunidad encalló, al menos de puertas para fuera, por la jornada semanal. CC OO, UGT y Sterm exigían la vuelta a las 35 horas para mantener el empleo de trabajadores eventuales e interinos mientras que el Gobierno regional no bajó más allá de las 36,5 desde las 37,5 que fijaba el 'tijeretazo' inicial. Los sindicatos sectoriales CSIF, ANPE, Satse, CESM y SiDi aceptaron las 36,5 horas formales, aunque han asegurado que el acuerdo permite que la jornada de trabajo real no se incremente.

CSIF explica a sus simpatizantes que "UGT, CCOO y STERM durante el año 2009 y 2010 renunciaron a la homologación y a la carrera profesional del personal de Administración y Servicios, firmando acuerdos que supusieron desnaturalizar el acuerdo de marzo de 2008, conseguido después de muchos años de reivindicaciones sindicales" y añade que si ahora, "cuando la situación económica no es mala si no catastrófica", han endurecido sus posturas es porque quieren lavar su cara poco antes de elecciones sindicales (en Sanidad) y políticas".