«El medio ambiente, en manos de los políticos, corre un serio riesgo»

«Mucho me temo que me voy a perder el comienzo del estudio geológico de los exoplanetas -planetas de otros sistemas solares distintos al nuestro-, que será uno de los grandes retos científicos a partir de 2020 o así», se lamenta sonriendo y resignado Francisco Anguita (Madrid, 1944), geólogo y científico de prestigio, pionero de la planetología en España y coleccionista de saberes y prudencia. Anguita, que ayer estuvo en Murcia apenas durante unas heladas horas que repartió entre retrasos de trenes, medio triste bocadillo de tortilla de patatas y un entusiasta encuentro con estudiantes en la Facultad de Educación, tiene claro que «el hombre es un intruso en este planeta» y que «nuestra obligación es salir fuera de la Tierra en busca de vida». Siempre pausado, habló del 'Pasado y futuro de la Tierra', sobre la que el cambio climático desatará variopintas violencias naturales que se sumarán al oleaje de torpezas humanas que ya empiezan a hacer irrespirable nuestro -ancho, ajeno, hermoso- mundo.

-¿Estamos a tiempo de evitar un cambio climático dramático?

-Creo que ese cambio climático dramático ya está en marcha y no lo hemos sabido evitar hasta ahora. Y, lamentablemente, el resultado de la Cumbre del Clima -celebrada en diciembre en Copenhague- indica que seguimos sin tener conciencia de la gravedad del problema. Me parece una situación muy preocupante, así es.

-¿Qué nos propone que hagamos desde hoy para garantizar nuestra supervivencia como especie en este planeta?

-Yo diría que lo esencial sería que los habitantes del mundo desarrollado nos resignásemos a vivir bastante peor de lo que vivimos, para de esta forma dar un ejemplo a los habitantes del mundo no desarrollado y que éstos no intenten vivir como estamos viviendo nosotros hasta ahora. Si seguimos así vamos al desastre.

-¿Por dónde empezar?

-Podríamos empezar por abandonar esta locura absurda que consiste en utilizar el transporte privado para todo. Comencemos a pensar en el transporte público, en consumir la mitad de lo que consumimos, en ciudades peor iluminadas y, entre otras cosas más, en acabar con tanta escalera mecánica. Es lo que llaman teoría del decrecimiento, que está empezando a abrirse paso como una alternativa seria al problema al que nos enfrentamos.

-Dice usted que no tenemos conciencia de que somos unos intrusos en este planeta.

-Es que es cierto que lo somos, desde el punto de vista temporal. Hemos llegado aquí al final y no podemos arrogarnos el papel de reyes de todo el asunto. Desde luego, este crecimiento que estamos manteniendo ahora es insostenible claramente. Una cosa que llama la atención mucho es que entre los famosos Objetivos del Milenio no se diga una sola palabra sobre superpoblación, cuando realmente es uno de los grandes problemas; y, además, está en la base de todos los otros.

-Citaba antes con desánimo la reciente Cumbre del Clima de Copenhague...

-...¡con desánimo! El medio ambiente en manos de los políticos corre un serio riesgo, porque los políticos tienen que mirar sus intereses nacionales y, esencialmente, la creación y no destrucción de empleo; y esto, que es una cosa loable, al final resulta que es incompatible con un medio ambiente sostenible. No sé cual es la solución, porque realmente la economía, y por lo tanto el medio ambiente también, está en manos de los políticos, que creo que no son las mejores personas para cuidarlo. Lamento mucho que así sea.

-¿Habrá otro periodo glacial?

-.¡«Estamos ante una situación alarmante de desestabilización de los casquetes polares», indica Anguita. «Si realmente -añade- se produce una destrucción rápida del hielo, esto nos provocará problemas a corto plazo». O sea, al problema del calentamiento global podría añadirse... un nuevo período de glaciación. «Hay optimistas que defienden que se podría contrarrestar una cosa con la otra. Yo creo que estamos en una situación en la que, en un plazo corto de 2.000 a 3.000 años, el clima volverá a un período glacial como tuvo hace 20.000 años».