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Slimane, Miloude, Manuel, Carmen y Juan, trabajando en cadena en el degüelle, el taponado y la colocación del morrión a las botellas, en Bodegas Serrano. :: ANTONIO GIL / AGM
Llega el 'cava' con sabor aladroque
CARTAGENA

Llega el 'cava' con sabor aladroque

La empresa familiar Bodegas Serrano, de Pozo Estrecho, pone a la comarca en el mercado de vinos espumosos con 7.000 botellas de blanco y rosado

JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ jagonzalez@laverdad.es

Sábado, 26 de diciembre 2009, 11:49

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«Que nadie vaya a pensar que yo voy contra el cava catalán ni nada parecido. Hay productos excelentes en todas las zonas de España y no reconocerlo sería absurdo. Yo sólo estoy haciendo algo singular en el Campo de Cartagena, valiéndome de las variedades de uva que más se usan en la zona y sin las cortapisas de la denominación de origen por las que se guían en Cataluña, Aragón, La Rioja, Almendralejo (Badajoz) y Requena (Valencia). Además, hacer algo parecido al cava era una asignatura casi pendiente en la Región de Murcia porque sólo se hace un poco en Bullas. Y yo me he atrevido».

Por si acaso a alguien se le entrecruza el malicioso pensamiento de que quiere sacar partido al rechazo de algunos sectores sociales al cava de Cataluña, el bodeguero Manuel Martínez se apresura a dejar claro que sólo ha echado mano de sus conocimientos y de la existencia de un hueco en el mercado local para lanzarse a la aventura de elaborar y distribuir vino espumoso de calidad, tanto blanco como rosado, en la pequeña empresa familiar de Pozo Estrecho que gestiona: Bodegas Serrano.

La Navidad es la época que concentra casi todas las ventas de espumoso, y Martínez afronta con optimismo sus segundas fiestas con producción propia. Comedido, pondrá en el mercado regional 5.000 botellas de blanco y 2.000 de rosado, todas ellas de 75 centilitros y a un precio que se reserva pero que asegura es «bastante asequible».

Para conocer con detalle cómo produce los espumosos este empresario cartagenero, 'La Verdad' compartió una mañana de faena con él y sus empleados.

«Sin picor en la lengua»

Dos claves destacan en el proceso de elaboración, a juicio del bodeguero de Pozo Estrecho. Una es darle tiempo al tiempo, respetar los periodos de fermentación para que la burbuja salga fina; y otra, aplicar una mezcla estudiada y equilibrada de distintas variedades: malvasía, moscatel y chardonnay, para el tinto; y cabernet -sauvignon, syrah y merlot, para el blanco.

Bodegas Serrano comercializa sus vinos bajo los nombres Galtea espumoso blanco brut nature y Galtea espumoso rosado brut nature. «La catalogación de brut nature indica que tiene menos de tres gramos de azúcar», apunta Martínez. Éste añade que otro signo de calidad viene dado por la etiqueta que coloca en la parte posterior de la botella, donde figura la fecha de degüelle o preparación final del espumoso. Es vital para el consumidor, puesto que este tipo de vino conserva bien sus cualidades en torno a catorce meses.

Ayudado por su mujer, Carmen Inglés; su padre y dueño de la bodega, Juan Martínez; y los trabajadores Miloude y Slimane, el gerente explica que el momento del degüelle llega un año y tres meses después de la recolección de la uva. El vino pasa tres meses en una barrica o un depósito, otros nueve en posición horizontal («en rima») y al menos tres semanas boca abajo («en punta»). Es entonces cuando la fermentación está completa y los posos de levadura reposan junto al cuello de la botella.

Aroma afrutado

La pérdida de líquido (en torno a un 7%) se repone con licor de expedición (vino y azúcar). Tras ponerle el característico tapón de corcho , el morrión (un alambre que refuerza el tapón contra las embestidas del gas y una envoltura o caperuza hecha de aluminio y pvc, el espumoso es etiquetado y queda listo para su distribución. Luego, sólo queda degustarlo.

Como anticipo Manuel Martínez apunta: «El blanco tiene la frutosidad que le aporta la malvasía el moscatel. Y no es ácido en absoluto. Y el rosado tiene aroma a tomate confitado y confitura de ciruelas». Por cierto, el bodeguero aconseja no tomar el espumoso al uso, con los postres, sino al principio de la comida o cena, con un entrante, un marisco, un pescado... También recomienda, para sus espumosos y todos en general («no voy contra el cava catalán», repite), «meter la botella al frigorífico como máximo la noche antes de consumirlo».

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