Borrar
Antonia Moreno recoge el puesto ambulante de ropa con el que recorre los mercados. La foto se hizo ayer en Zarandona. :: M. BUESO
«Sólo yo sé lo que he pasado»
Cultura

«Sólo yo sé lo que he pasado»

Una murciana que se casó sólo por el rito gitano y que logró su pensión de viuda en los tribunales comparte la alegría por la sentencia histórica de 'La Nena'

M. A. RUIZ

Jueves, 10 de diciembre 2009, 13:35

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El día que se iba a casar en los juzgados de Murcia, Antonia Moreno enterró a su marido. Cáncer. Pero antes pasó con él 26 años y 16 días unida por los lazos del rito gitano, una ceremonia que apenas concedía garantías legales a los cónyuges hasta el martes, cuando el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo condenó al Gobierno de España a indemnizar a la madrileña María Luisa Muñoz Díaz, 'La Nena', que llevaba diez años luchando por su pensión de viudedad. Como 'La Nena', Antonia Moreno también ha luchado como una gata por lo que es suyo, aunque jugó a su favor el hecho de que tuviera fijada una fecha para casarse por lo civil. «A mi marido le dio por ahí. Se quiso casar por el juzgado, pero estaba ya enfermo y la fatalidad quiso que ese mismo día tuviéramos que enterrarlo». Ocurrió hace tres años y medio, y en cuanto se quedó viuda exigió su pensión con la ayuda de una abogada.

Y se la concedieron, pero la Seguridad Social la denegó porque no constaba que estuviera casada. «Fíjate: tenía el Libro de Familia, mis hijos llevan los apellidos y mi marido estuvo cotizando. ¿Qué pasa entonces?». Reclamó y obtuvo por fin lo que era suyo. «Me tocó un juez muy bueno, pero sólo yo sé lo que he pasado», recuerda Antonia, que cobra desde hace año y medio los 650 euros que resultan del trabajo de su difunto marido, años y años empleado en el Servicio de Parques, Jardines y Mercados del Ayuntamiento de Murcia.

Bien informada

Antonia, 46 años y 4 hijos, cuenta su historia mientras trata de colocar su género -toallas, cojines- en el mercado semanal de Zarandona. Y se le nota feliz con la sentencia histórica de 'La Nena', otra luchadora, que ayer conocía perfectamente. «Me ha dado mucha alegría porque me recuerda lo que yo tuve que luchar por lo mío, por lo que me pertenecía».

Antonia Moreno es una gitana de pies a cabeza, pero tiene claro que las garantías sociales están por encima de las tradiciones. «Yo a mis hijos les he dicho que se casen por lo civil», asegura convencida.

Diferentes asociaciones celebraban ayer la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, como Unión Romaní, que aseguró que la resolución del caso «devuelve la dignidad a la comunidad gitana» y sentará jurisprudencia «para que estas uniones sean consideradas por los poderes públicos auténticos matrimonios».

El director de la Fundación Secretariado Gitano, Isidro Rodríguez, también aplaude la sentencia, aunque acusa a los poderes públicos de «discriminar al colectivo, dificultando la defensa de su dignidad». En su opinión, la sentencia hace justicia con ella y con toda la comunidad, «porque transmite la idea de que los valores, la tradición y la historia de siglos de un colectivo no se puede despachar así».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios