Juan Antonio y Elisa: «Nos hemos vuelto un poco maniáticos»

Juan Antonio Pallarés y Elisa Retamero forman una joven pareja que decidió aventurarse en la experiencia piloto de los . Juan Antonio es comercial, aunque la crisis económica le tiene en estos momentos en el dique seco del paro, y Elisa es abogada, pero ejerce como administradora de fincas y trabaja en una inmobiliaria. Este hecho le influyó también para apuntarse a la iniciativa de hogares verdes «porque además de aplicarlo en mi casa, podía transmitiro por el boca a boca a las comunidades de propietarios con las que trabajo».

Ellos ya tenían en casa algunas bombillas de bajo consumo, pero con el regalo del Kit de ahorro cambiaron alguna más. Algunos trucos quizá ya los conocían pero nunca se les había ocurrido ponerlos en práctica. Así, Juan Antonio, con mucha maña, no tuvo problemas para colocar el regulador del caudal de la cisterna ni el del mango de la ducha. También ajustó el perlizador a los grifos para difuminar el chorro del agua y así ahorrar.

Otros pequeños gestos sólo eran cuestión de mentalización. Así, Elisa ha colocado una papelera cerca del inodoro para tirar algodones desmaquillantes y kleenez sin tener que hacer uso tan a menudo de la cisterna. Desde hace años, venían poniendo un cubo en la salida de agua del aparato de aire acondicionado para reutilizarla en el riego de las plantas.

Tubo de luz fluorescente

Pero, a través de las charlas, se han concienciado mucho más en que deben apagar el tubo de luz fluorescente cuando salen de la cocina si van a estar más de 5 minutos fuera de esta estancia. O también que es muy conveniente apagar la televisión y el equipo de música desde la regleta de la luz para que los aparatos no queden encendidos en el modo conocido como . Y lo mismo ocurre con mantener el cargador del móvil enchufado a la red eléctrica.

«Nos hemos vuelto un poco maniáticos», reconocen Juan Antonio y Elisa, aunque rectifican la expresión y prefieren hablar de «mentalización».

Aseguran que cuesta poco esfuerzo cambiar algunos hábitos en el hogar y, lo mejor de todo, es que también se nota en los recibos de la luz y el agua. «Otra de las cosas que hemos aprendido en las reuniones -explica- Elisa es que te enseñan a leer la factura y a contratar lo que vas a consumir».

El matrimonio ya ha notado en su bolsillo la reducción del importe de las facturas derivado del menor consumo de energía y agua. Elisa nos muestra las facturas de Emuasa entre abril de 2008 y el mismo mes de 2009 y se ha producido una diferencia de 1 metro cúbico al mes, lo que equivale a 2 euros menos a pagar. Pero, en meses de mayor consumo, como junio, la diferencia ha sido de 5 metros cúbicos al mes y de 10 euros en la factura, puesto que es bimestral.

En el caso del recibo de la luz, la diferencia ha sido aún mayor, en torno a 20 euros menos al mes. Todas estas reducciones en las facturas le van a reportar un ahorro al año en torno a los 300 euros, lo que no está nada mal.

A esta pareja, al igual que al resto de familias participantes, se les va a agradecer su colaboración con la entrega de un obsequio. Es muy posible que en vez de una placa sea algo más útil como un imán para colocar en los electrodomésticos de la cocina con un recordatorio de los consejos para ahorrar energía.

Juan Antonio y Elisa están decididos a participar en la segunda fase del programa, dirigida a un consumo responsable, con la reducción de alimentos sobreempaquetados y el fomento de productos ecológicos, que empezaría a final de año.