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El Ayuntamiento de Murcia presenta hoy los restos identificados de Salzillo y su hermano
Cultura

El Ayuntamiento de Murcia presenta hoy los restos identificados de Salzillo y su hermano

¿Dónde estaban realmente los restos de Francisco Salzillo? Miguel Ángel Cámara, alcalde de Murcia, desvelará hoy parte del enigma: en el convento de las Capuchinas, en el Malecón de Murcia.

PPLL

Viernes, 22 de mayo 2009, 12:41

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¿Dónde estaban realmente los restos de Francisco Salzillo? Miguel Ángel Cámara, alcalde de Murcia, desvelará hoy parte del enigma: en el convento de las Capuchinas, en el Malecón de Murcia. Un informe científico, realizado entre otros por la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense, ha encontrado al imaginero muerto el 2 de marzo de1783. Sólo hay una sombra, el informe no puede verificar al 100% cuáles son los restos de Francisco y cuáles los de su hermano Patricio.

Los científicos de la Complutense llevan más de año y medio trabajando: pruebas antropométricas, pruebas de ADN -de desiguales resultados dado que Salzillo falleció hace más de dos siglos- y bombillas de fluorescencia.

Los científicos han trabajado sobre los cuerpos de 36 personas. De esos cuerpos eliminaron a las mujeres (25) y tres restos que pertenecían a varones que habían muerto entre los 30 y los 35 años -Salzillo falleció con más de 80 años-. Sobre los ocho restantes son sobre los que han aplicado todo tipo de pruebas forenses.

Hace dos años, el pintor Zacarías Cerezo describía en un artículo en La Verdad la azarosa historia de los restos mortales del murciano más insigne. Y todo por una frase de Ginés Cerezo Gómez, padre del pintor: «Yo trasladé los restos de Salzillo al monasterio de las capuchinas».

Salzillo estaba enterrado en el convento de las Capuchinas porque allí había profesado su hermana Francisca de Paula.

Comenzó entonces el pintor a investigar. Así que explicaba Zacarías Cerezo, «en la mañana del día 22 de julio de 1936, veintidós monjas capuchinas salen aterrorizadas del monasterio, situado entonces en la calle José Antonio Ponzoa, ante la presión de las turbas que entraban destrozando cuanto encontraron a su paso. Todos los cuerpos allí enterrados, algunos desde hacía 300 años: Salzillo, su esposa y su hermana, entre otros, fueron sacados y esparcidos por el lugar». Los saqueadores buscaban un tesoro no encontrado en el cuerpo incorrupto de la madre fundadora.

En dos arcones de ropa

Al parecer, «varios días después los restos humanos fueron recogidos en dos arcones de los que se utilizan en la huerta para guardar ropa, y llevados al cementerio de Nuestro Padre Jesús por el sepulturero don Nicolás López Jiménez. Allí, en vez de destinarlos a la fosa común, el conserje del cementerio, don Plácido Ruiz Molina, los guardó secretamente en lugar aparte», narraba Cerezo. Así que don Plácido fue el salvador de Salzillo. En julio del 39 los restos del escultor y otros son depositados en el panteón de la familia de José Hilla Sala. En una fecha no precisada -quizá ent orno a 1955- relata Zacarías Cerezo, «la superiora, entonces Pilar Cerezo Gómez, pidió a su hermano Ginés que buscara un transporte para traer al monasterio las siete cajas depositadas aún en el panteón de José Hilla Sala. Jerónimo Meseguer y Ginés Cerezo, ambos de Guadalupe, van con un motocarro y un papel que les da la superiora para el conserje del cementerio y traen los restos sin más testigos ni ceremonias. Depositan las cajas en la entrada del convento -en San Antón- y las monjas hacen el resto».

Ahora, las monjas residen en un chalet del malecón murciano reconvertido en monasterio desde el año 1982. «Allí, en el humilde cementerio, en un nicho inferior, hay una lápida que indica que allí están los restos del escultor Francisco Salzillo», explicaba Zacarías Cerezo.

Viejas crónicas

Fin de la historia. Allí se creía que estaban y allí estaban. Por fin se han identificado los restos del más representativo imaginero del siglo XVIII español y uno de los más grandes del Barroco. Hoy el alcalde de Murcia dará los detalles de esta rocambolesca (y fúnebre) historia. Al informe de los científicos de la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense se suman las crónicas -minuciosas y detallistas- de las monjas capuchinas. Los hermanos Salzillo reposaban en su cementerio.

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