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Muestras de afecto al obispo. / RAFA FRANCÉS
Mendoza versus obispo: la peor solución
REGIÓN MURCIA

Mendoza versus obispo: la peor solución

MANUEL BUITRAGO

Domingo, 8 de marzo 2009, 12:05

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El conflicto de la Universidad Católica de Murcia se ha resuelto de la peor manera posible y con daños colaterales en la Diócesis: le ha costado el puesto a monseñor Reig Pla y ha mantenido en su posición a José Luis Mendoza. Todo por decisión de la Santa Sede, y probablemente después de varios intentos infructuosos de alcanzar una paz interna entre el obispo y Mendoza. Incapaces de entenderse y de ceder en sus reclamaciones, como se ha visto en los dos últimos años. Al final, todo se ha sustanciado en el seno de la Iglesia, ¡pero de qué forma!: aparentemente con un vencedor y un vencido. Reig Pla no asciende en el escalafón y se marchará a Alcalá de Henares, una Diócesis de menos peso que la de Cartagena si se atiende al número de almas (unas 600.000). Mientras tanto, José Luis Mendoza mantiene intacto su dominio sobre la UCAM; aunque puede que exista un segundo capítulo, dado que el obispo se marcha mientras que la Fundación sigue como si nada. Como si no se hubiera dejado pelos en la gatera.

Fueron muchos quienes pronosticaron, cuando saltó el conflicto, que Mendoza terminaría por derrotar al obispo, debido a las influencias y el poder que había acumulado como presidente de la Fundación San Antonio. Esta impresión no obedecía precisamente a las simpatías que despertaba Mendoza, sino a la intuición de que era éste quien ejercía una especie de mando oculto en la Diócesis. No sobre las almas, sino sobre las decisiones cimeras. Al entorno del presidente de la Fundación se atribuye ese mensaje de que Mendoza fue quien trajo a Reig Pla a Murcia.

El propio Mendoza -muy dado a un ejercicio de modestia que enfurece todavía más a sus detractores- resta potencia a ese logro y se limita a decir que sólo fue consultado, como otras personas, para dar su opinión sobre la llegada de Reig Pla, procedente de Castellón.

Quizás lo que más haya pesado en la decisión de trasladar al obispo son dos elementos que no han agradado en Roma: primero, que la causa de Reig Pla haya puesto en solfa la actuación de los tres obispos que le precedieron. Ha sentado mal que la reclamación de don Juan Antonio pusiera en la picota, seguro que sin intención, las decisiones de Javier Azagra, Antonio Cañizares y Manuel Ureña sobre la UCAM, dado que los tres mantuvieron -y se ratificaron después ante Roma- que la titularidad correspondía a la empresa de Mendoza. Que Reig Pla lo cuestionara, año y medio después de su llegada, inducía a pensar que Azagra no se enteraba y complacía a Mendoza en todo, mientras que Cañizares y Ureña consentían y no defendían los intereses de la Diócesis.

En segundo lugar, el dado por Reig Pla y su entorno al recurso presentado por el PSRM-PSOE ante el TSJ tampoco era bien visto por la jeraquía eclesiástica. Puede decirse que los partidos políticos y colectivos que han salido en defensa del obispo no le han hecho al final ningún favor. El objetivo de éstos era acabar con Mendoza y su negocio ante un . Seguro que han cosechado más respaldo y simpatías sociales hacia Reig Pla, pero en otras instancias de la Iglesia sonaba mal. Había que verlo en clave de Roma.

Desde el momento en que el cardenal Tarsicio Bertone apartó al obispo de la UCAM, la situación de Reig Pla se volvió insostenible, dado que en el fondo se le desautorizaba para pastorear con libertad. Mendoza habrá encrespado aún más a sus detractores con esta sobre el obispo. , dijo ayer un sacerdote. ¿Pero se ha escrito el final?

(Alcalá de Henares, próximo destino de Reig Pla, estaba dentro del Señorío de los Mendoza).

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