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J. G. BADÍA FORTUNA
Miércoles, 11 de febrero 2009, 10:06
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Una de las estampas de postal que ofrece el sureste árido de la Región son las paleras. Esta especie de cactus procedente de México y que cuenta con cuatro siglos a sus espaldas podría desaparecer debido a la acción de la cochinilla grana --, responsable de la plaga que asola las paleras.
El origen de esta plaga se encuentra en el ciclo biológico de la hembra de la cochinilla, ya que se alimenta de la savia de las paleras y llega a poner una media de 130 huevos, aflorando individuos inmaduros -ninfas móviles- que colonizan indiscriminadamente nuevas extensiones de cactus acabando no sólo con las paleras también con producciones enteras de higos chumbos.
«Es el momento de actuar para evitar que se expanda y prolifere hacia otros municipios, la plaga se está extendiendo desde su epicentro en Murcia hacia la zona del noreste y municipios del Valle de Ricote y Guadalentín», alerta desde Ecologistas en Acción en Fortuna, su portavoz, Rubén Vives.
Tratamiento biológico
Cuando un manto algodonoso de color blanco recubre la palera, es seña inequívoca de que la hembra de la grana se ha asentado para colocar sus huevos. «La aparición de una plaga supone la desaparición de las paleras. La única posibilidad de salvación es aplicar algún tratamiento biológico e incluso investigar posibles depredadores o enfermedades que puedan frenar una expansión descontrolada», afirman desde el colectivo ecologista.
Cabe recordar que esta imagen tan característica que ofrece la Región con laderas pobladas de cactus al más puro estilo de un decorado de , cumple un importante cometido dentro del organigrama de tareas dictado por la madre naturaleza; como dar cobijo a algunas especies de reptiles y vegetales, retener el suelo e incluso llegar a crear un pequeño ecosistema.
El director general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, según declaraciones realizadas a , señala «las dos laderas del valle murciano como el epicentro de la plaga». A día de hoy los esfuerzos se centran en realizar ensayos para encontrar enemigos naturales que permitan lograr el control biológico de la cochinilla grana. «Se llevan invertidos casi dos millones de euros en una campaña ininterrumpida desde hace dos años», subraya García Lidón.
Respecto a las posibles complicaciones de la plaga, añade que «el único problema es la alarma social que se puede crear, porque el insecto realmente es inofensivo para el hombre»
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