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Cámara descubre la placa ante Samper, Astiazarán (presidente de la Liga), J. A. Samper y Cascales. / J. LÓPEZ
El convenio deja a Samper la puerta abierta para irse
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El convenio deja a Samper la puerta abierta para irse

La dimisión del presidente del Real Murcia ha abierto una grave crisis en el club Ninguna cláusula obliga a los dueños a garantizar la supervivencia de la entidad

EVA FRANCO

Martes, 16 de diciembre 2008, 09:10

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Jesús Samper y Juan Manuel Trujillo, los dueños del Real Murcia, pueden dejar el club grana cuando estimen conveniente, sin que exista ningún documento por escrito que los obligue a permanecer al frente de la entidad ni a garantizar su supervivencia económica.

El único acuerdo entre el ayuntamiento de Murcia y los propietarios del Real Murcia es el convenio urbanístico aprobado por pleno el pasado 31 de mayo de 2001 y que contó con los votos a favor de los grupos municipales del Partido Popular y del PSOE.

Dicho convenio, que regulaba la construcción del estadio, fue suscrito por el ayuntamiento de Murcia, la empresa Sports Management and Projet S.L., propiedad de Samper y Trujillo, y por el Real Murcia C.F. S.A.D.

En las condiciones del convenio se regulan de manera pormenorizada las fases de la construcción de Nueva Condomina, así como las obligaciones de las partes, pero no se establece ninguna cláusula que obligue a los dueños y promotores del nuevo estadio a mantener o asegurar el futuro del club Real Murcia.

La única cláusula que hace mención al Real Murcia es muy ambigua. En los últimos apartados de la estipulación II, referente a 'La construcción y utilización del nuevo estadio. Entrega de la titularidad al Ayuntamiento. Plazo. Garantías', se recoge el siguiente apartado:

«Sports Management and Project S. L. se obliga a retribuir al Real Murcia C.F. S.A.D. en concepto de colaboración económica para su mejor desarrollo económico y deportivo, con una cantidad anual por el importe y durante el plazo que ambas sociedades convengan».

Fuera de este apartado, que no precisa ni los años y las cantidades que la empresa promotora del estadio, y que también puso en pie el centro comercial y los espacios residenciales que rodean al campo, debe aportar al equipo. No se recoge referencia alguna a las obligaciones con el club, por lo que los máximos accionistas pueden vender o regalar sus acciones cuando estimen conveniente.

Si ha llegado o no el momento de cambiar de titular está por ver. La dimisión por sorpresa y sin anunciarlo a sus socios de Jesús Samper el pasado miércoles ha hecho saltar todas las alarmas. Hasta mañana no se sabrá el nombre del nuevo presidente, y sobre todo y más importante, si los dueños están dispuestos a seguir invirtiendo dinero para llevar y consolidar al equipo en Primera División.

Entre los compromisos por escrito que aún no han cumplido está la entrega de un campo de golf que será propiedad municipal y que aún no está terminado. El proyecto está siendo revisado por los técnicos municipales, pero según parece tiene varios problemas que es necesario subsanar. Además, Samper se comprometió a levantar una ciudad deportiva que iba inicialmente en el proyecto y que al final se cayó por falta de metros. Samper se ha comprometido en numerosas ocasiones a construir estos campos de fútbol, pero no tiene ninguna obligación contractual.

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