La situación de Atenas se agrava en la cuarta jornada de protestas

Las llamadas a la calma del Gobierno no han impedido que las manifestaciones, los actos de vandalismo y los enfrentamientos con la Policía hayan continuado tras el entierro del adolescente muerto por los disparos de un agente.

Una nueva batalla campal ha sacudido este martes los suburbios de Atenas después del entierro de Alexis Grigoropulos, de 15 años, cuya muerte el pasado sábado desencadenó una oleada de violencia que ha llevado al país a una profunda crisis.

La policía ha tenido que utilizar gases lacrimógenos para hacer frente a los incontrolados que habían saqueado varios comercios y destruido algunos coches aparcados en un centro comercial cercano.

"Nadie tiene derecho a utilizar este suceso trágico como una excusa para las acciones de violencia contra ciudadanos inocentes, sus bienes, contra la policía y la democracia", ha recalcado el primer ministro conservador, Costas Caramanlis, tras una reunión con el presidente, Carolos Papulias, y tras celebrar dos reuniones extraordinarias de su gabinete.

Catalizador del descontento existente

Las autoridades también han señalado que no tolerarán el vandalismo y la violencia, al dar a conocer que en la jornada del martes han sido detenidos alrededor de 150 manifestantes, que se suman a los 200 arrestados del lunes.

Caramanlis también ha pedido unidad política para restar credibilidad a los violentos y ha solicitado que "todo el mundo político condene de forma unánime y rotunda a los responsables de las catástrofes, a quienes se debe de aislar". Mientras que Giorgos Papandreu, el jefe de la oposición mayoritaria del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), le ha contestó que "el pueblo ha perdido la confianza en el Gobierno" y que lo único que pueden hacer es "dimitir".

El asesinato Grigoropulos, cuyas circunstancias están siendo investigadas, ha ido mucho más allá del luctuoso hecho y, como subrayan diversos analistas, ha catalizado el descontento existente en Grecia por la crisis económica y los anunciados ajustes, los escándalos de corrupción en el gobierno y el descontento de muchos jóvenes abocados a un empleo precario o directamente al desempleo.

Por su parte, los sindicatos mayoritarios han convocado una huelga general de 24 horas para el miércoles en protesta por los planes de ajuste del Ejecutivo, rechazando la petición del primer ministro de posponer sus la protesta para no dar pie a la violencia.