El alcalde de Librilla quiere acabar la legislatura «si la justicia lo permite»

Pepe camina ligero hacia la puerta de su casa. Ha madrugado, pese al recibimiento festivo que sus vecinos le tenían preparado anoche -viernes-. No en vano, han sido trece largos días entre rejas. Una «experiencia nueva» que, al menos en apariencia, no parecen haber dejado huella en el primer edil. Su discurso, al menos, es el mismo.

Camina arropado por un grupo de familiares y amigos que le instan a no hablar. Él, en cambio, quiere gritar a viva voz que es «inocente». Pese a su convicción, José Martínez se muestra reacio a contestar a algunas de las preguntas de esta redactora, sobre todo si en éstas aparece la palabra comisiones. No quiere entrometerse, explica, en las tareas del «señor juez». Él sólo quiere recuperar su vida y su cargo.

Martínez se encuentra ahora en el centro del huracán. Desde la oposición piden su cabeza. No creen de recibo que continúe en el cargo con los cargos que se le imputan. Él, en cambio, lo tiene claro: va a terminar la legislatura «si la justicia se lo permite».

-Su pueblo le ha recibido en loor de multitudes...

-Sí, cuando llegué había unas trescientas o cuatrocientas personas allí esperando.

-¿Siente el apoyo de su pueblo?

-Sí, gracias a Dios sí. Me siento orgulloso de ver que me ha apoyado. Hemos tenido mucha ayuda de todos.

-¿Cómo ha llevado la situación de las últimas semanas?

-Muy bien, muy bien. Ha sido una experiencia nueva y punto.

-¿Y su estancia dentro de la prisión?

-Muy bien. A mí me ha tratado muy bien los funcionarios y todo el mundo. Me siento orgulloso de ver que me han tratado muy bien. Soy una persona normal y corriente. Soy jubilado. Yo mi sueldo lo he dejado en el Ayuntamiento para que nunca digan que estoy chupando del bote. Yo soy así, de esa manera.

En manos del juez

- Entonces, ¿declara su inocencia frente a todas esas personas que aseguran que usted cobraba comisiones en obras públicas?

-Eso ya lo decidirá la justicia. Yo ya no tengo que hablar de ese tema nada. La justicia es la que tiene que decidir, hacer y poner en marcha. Nada más. Hemos hecho todo lo que hemos podido por la gente de mi pueblo.

-¿Tiene, entonces, la conciencia tranquila?

-Hombre claro. Yo he hecho por mi pueblo lo que he podido y voy a hacer lo que pueda. Voy a solucionar los problemas que tenemos aquí, el del polígono industrial. Voy a poner en marcha unas empresas que tenemos aquí y nada más. Estos pueblos somos pequeños y envidiosos. Es un problema que hay general. Es la envidia, la puta envidia que hay en este pueblo.

-¿Achaca usted a la envidia las declaraciones de estos empresarios?

-Eso es una cosa que ellos son los que tienen que decidir. Yo lo he hecho por lo que me conviene a mí. Nosotros trabajamos los cuatro en mi casa. Somos cuatro trabajadores autónomos y ya está.

-¿Niega cualquier irregularidad?

- Mi conciencia está tranquila. Yo para comerme un trozo de pan, un tomate y una sardina con 1.400 euros que me ha dejado mi pensión, me sobra. Gracias a Dios, ¿estamos? Yo soy así. Voy a ver si termino mi legislatura y vivir por mi pueblo, trabajar por mi pueblo y darle trabajo a la gente joven que le hace falta. Nada más. Y lo voy a hacer si no pasa nada. Si me lo permite la justicia.