Borrar
ATENCIÓN. Un centenar de asistentes no se perdieron detalle ayer de la primera sesión plenaria de la 'reunión nuclear', en el auditorio Víctor Villegas. / JUAN LEAL
La 'desalinización nuclear' amplía las posibilidades de conseguir agua y energía
XXXIV REUNIÓN ANUAL DE LA SOCIEDAD NUCLEAR ESPAÑOLA

La 'desalinización nuclear' amplía las posibilidades de conseguir agua y energía

Centrales de fisión en Kazajistán, Japón, India y Estados Unidos ya generan energía eléctrica y agua dulce a la vez

MIGUEL MARGINEDA

Viernes, 31 de octubre 2008, 10:11

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Aunque los organizadores de la XXXIV Reunión Anual de la Sociedad Nuclear Española (SNE) sabían y tuvieron en cuenta que el agua iba a tener un especial protagonismo, seguro que no previeron que, al final, podría desbancar a la propia energía nuclear como tema de debate. Así fue ayer en la primera sesión plenaria, que se celebró bajo el título Agua y energía. En ella fue destacada y aplaudida la intervención del doctor Atam Rao, jefe del área de Desarrollo de Tecnología Nuclear del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), sobre las posibilidades de combinar la producción de energía y la desalinización de agua usando la ruptura de los núcleos atómicos. También fueron muy aplaudidas las intervenciones de Miguel Ángel Ródenas, director general de Agua, y de Milagros Couchoud, secretaria general del Ciemat. Presidiendo y coordinando el acto estuvieron Luis del Val y Antonio González, subdirector del Gabinete Técnico del Departamento de Energía Nuclear de Endesa y miembro del comité organizador del Foro Nuclear, respectivamente. Todos ellos coincidieron en la necesidad de gestionar de manera conjunta las políticas de agua y energía, dados los imprescindibles papeles que una y otra juegan a la hora de disponer de ambas. El funcionamiento de una central nuclear, en pocas palabras, es simple. Se lanzan partículas a alta velocidad contra materiales con pesos atómicos muy altos; los núcleos de sus átomos se rompen liberando grandes cantidades de energía y otras partículas que chocan contra otros átomos y dan continuidad al proceso. Las barras de combustible -uranio, sobre todo- se refrigeran con agua, que alcanza grandes temperaturas y presiones suficientes para mover una turbina que convierte la presión en movimiento y éste en electricidad. En este proceso hay una pérdida de energía que se traduce en el vapor que pierde buena parte de su calor al mover la turbina. Este restante se puede usar para conseguir agua dulce. Así, en Kazajistán, Japón, India y Estados Unidos hay ya plantas combinadas, que usan el 10% de la energía que producen -y no pueden aprovechar- para producir agua apta para el consumo. Además, en materia de desalinización y energía nuclear, Rao habló de alternativas para disminuir el impacto medioambiental: refrigeración seca en las centrales, dispersión de la salmuera mediante varias bocas para no dañar ecosistemas sensibles, entre otras. Especial hincapié hizo en el uso del suelo: para la misma producción energética, una planta solar necesita del orden de 20 a 50 veces más superficie que la nuclear.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios