MurciaaEscena considera un «error político» el cambio de fecha propuesto a Leo Bassi

MurciaaEscena, que agrupa a catorce organizaciones vinculadas con las artes escénicas de la Región, vio aparecer su nombre en el comunicado publicado el pasado domingo en La Verdad, Qué fácil es hablar de censura, remitido por Juan Nicolás, director del Centro Párraga; un manifiesto de apoyo a la decisión del Consejero de Cultura de apartar a Leo Bassi del Festival Alter-Arte. Al día siguiente MurciaaEscena denunció «el desconocimiento del mismo y la manipulación de su nombre». Pero no todo acaba ahí.

Para Esperanza Clares, presidenta de MurciaaEscena, este colectivo siempre se ha manifestado en en contra de la censura y a favor de la libertad de expresión, «como principios básicos inherentes a su actividad».

Esperanza Clares explica que «los socios de MurciaaEscena involucrados en este asunto vieron publicado ese documento que teóricamente se les presentó como borrador de trabajo. Un cúmulo de equívocos y malos entendidos desembocaron en una reprobable manipulación por parte de Juan Nicolás, actual director del Centro Párraga». Eso sí, explica que tras una asamblea celebrada ayer, MurciaaEscena se reafirma «en las conclusiones del Informe 2008 que expresan su apoyo a la gestión que Pedro Alberto Cruz, Consejero de Cultura, y todo su equipo están realizando en la Región en materia cultural en general y de Artes Escénicas en particular».

Perplejidad

«El sentir de los socios en la asamblea celebrada ayer fue de perplejidad ante la enorme cobertura mediática que el caso Bassi ha tenido en nuestra región, por cuestiones que trascienden lo puramente artístico, cuando a la mayoría de las empresas de nuestra asociación, les resulta tan difícil acceder con normalidad a estos mismos medios», argumenta.

«Que Bassi es molesto para el poder político sea cual sea su color, es incuestionable; ahí reside su mérito y éxito», recuerda la presidenta de MurciaaEscena.

Y también está alarmada por «el bárbaro acoso al que se está sometiendo a los firmantes del escrito, a través de correos electrónicos anónimos, aunque organizados, en un evidente atentado a la libertad de expresión de nuestros asociados».