El Defensor del Pueblo rechaza la queja por el derribo de un pabellón con amianto en El Bohío

La oficina del Defensor del Pueblo ha decidido rechazar la denuncia presentada por treinta profesores del Instituto de Educación Secundaria El Bohío en la que denunciaron que la Consejería de Educación no había tomado las medidas adecuadas durante las obras de ampliación del centro educativo el pasado mes de enero. En ellas fue derribado un pabellón en el que quedaban restos de amianto en sus viejas tejas de la cubierta, una sustancia que es cancerígena.

El escrito remitido al centro educativo ayer por la mañana por el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, señala que «el valor límite ambiental de exposición diaria que es de 0,1 fibras por centímetro cúbico no fue alcanzado en ninguna de las mediciones», por lo que se procede «al consiguiente archivo de su expediente ya que hemos comprobado que no se sobrepasó el límite ambiental de exposición diaria establecidos en las normas».

Sorpresa

«Ha sido una sorpresa para nosotros. Se han creído la versión de la Consejería y no han hecho nada más. Pondremos la carta en el tablón y empezaremos a recoger propuestas para ver qué hacemos. Creo que la actuación del Defensor del Pueblo no ha sido correcta», explicó uno de los profesores de El Bohío que pidieron amparo a Múgica, Juan Ortega.

Los profesores afirman que respiraron polvo de amianto (un material utilizado en la construcción de antiguos edificios escolares y cancerígeno) mientras que un informe de los técnicos de la Consejería aseguraba que la comunidad educativa no estuvo expuesta a niveles de riesgo para la salud. Los profesores mostraron sus quejas porque las muestras del material se tomaron una semana después del derribo de las antiguas instalaciones.

Fuentes del Gobierno regional señalaron que la empresa encargada de los trabajos no ha sido sancionada por la Inspección de Trabajo, porque «los ha realizado de forma correcta».