Borrar
DOCUMENTOS. Informe de Urgencias y denuncia presentada por el abuelo de Mario en el juzgado de Instrucción. / MARTÍNEZ BUESO
Denuncia a la guardería después de que un niño con VIH mordiera a su nieto en la cara
REGIÓN MURCIA

Denuncia a la guardería después de que un niño con VIH mordiera a su nieto en la cara

La familia de la víctima acusa a la escuela de tardar horas en avisarles, aunque sí llamó al médico Los primeros análisis descartan el contagio, pero las pruebas al pequeño durarán seis meses

DANIEL VIDAL

Martes, 20 de mayo 2008, 02:55

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La familia de Mario -nombre ficticio- no vive tranquila desde el pasado nueve de mayo. Sobre las doce del mediodía de ese viernes, un juego entre niños de dos años se convirtió en uno de esos sustos que los padres temen llevarse toda la vida. Cuando el padre de Mario llegó a la guardería a recoger a su hijo, se encontró a un médico, a la directora de la escuela y a su pequeño con una mordedura en el moflete. «El niño que le ha dado el mordisco está infectado con el virus del VIH, así que vamos a subir a la Arrixaca para seguir el protocolo establecido en estos casos». Las palabras del facultativo que la Consejería de Sanidad envió al centro -situado en la capital- tras la llamada de su directora cayeron como una bomba en el padre. Y en toda la familia.

Después del impacto inicial, la familia se encontró con que no podía acceder -como mandan las leyes- al historial inmunológico del otro niño, como pedía el pediatra de Mario. Atada de pies y manos, la familia tuvo que recurrir a la Justicia mientras el pequeño empezaba a someterse a los análisis de serología en el hospital Virgen de la Arrixaca y el tratamiento con Zidovudina. El abuelo de Mario acudió al juzgado de Instrucción número 1 de Murcia para pedir «ad cautelam y con carácter urgente» que el juez requiriera el historial médico del pequeño que había mordido a Mario para que pudieran verlo tanto el pediatra del pequeño como los profesionales de la Arrixaca. La historia médica del pequeño amigo de Mario, que le mordió con la inocencia propia de un niño de dos años, ya obra en poder de los facultativos que realizan los pertinentes análisis que descarten cualquier posibilidad de contagio.

Según los responsables de la Arrixaca que atienden al pequeño, los primeros resultados son esperanzadores. Por un lado, la carga viral del pequeño que mordió a Mario «es baja». Por otro, la mordedura, según el informe de Urgencias, «presentaba pequeñas erosiones pero sin sangrado ni muestras de infección cutánea». Y por último, los primeros análisis de serología realizados a Mario no han detectado virus en el cuerpo del niño. «Un primer suspiro de aliento», según el abuelo del pequeño. Pese a todo, las pruebas médicas que marca el protocolo durarán alrededor de seis meses, en los que Mario deberá estar bajo vigilancia.

Pese a todo, según figura en la denuncia interpuesta por el abuelo de Mario, a la que ha tenido acceso La Verdad, los parientes del niño exigen responsabilidades al centro «ya que entendemos que las cuidadoras no han tenido el debido cuidado para que esto no llegara a producirse. Y que igualmente han cometido la negligencia de que esto ocurre a las 12.00 horas y a la familia se lo comunican cuando mi hijo acude a recoger a mi nieto, cuatro horas más tarde, a las 16.00 horas».

La familia de Mario sigue muy preocupada por el pequeño, «y también por la otra familia, porque seguro que lo están pasando mal». Sin embargo, ya se han puesto en contacto con la Dirección General de Salud Pública para agradecer «el magnífico trato que ha recibido Mario por parte del personal adscrito a esta Dirección» y dar la enhorabuena a los médicos que atendieron a Mario «por su amabilidad y su brillante comportamiento».

Quejas contra Educación

El sabor amargo del abuelo de Mario radica «en la actitud de la Consejería de Educación y en la de la propia escuela infantil pública donde se produjo el suceso, que no nos han llamado ni una sola vez». En la escuela en cuestión, los responsables -«consternados»- se remitieron a Educación «por no estar autorizados a hablar de este caso». Fuentes de la Consejería consultadas por La Verdad ayer aseguraron que la competencia es de Sanidad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios