El Imida constata la eficacia de la 'biosolarización' para descontaminar residuos de plaguicidas en suelos

El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Imida) constató que la técnica de 'biosolarización' constituye una herramienta eficaz para la descontaminación de los residuos de plaguicidas en los suelos y permite a los agricultores acelerar su desaparición con vistas a su conversión a agricultura ecológica.

Según el director del Imida, Adrián Martínez, la contaminación de los suelos por la presencia de plaguicidas "constituye un problema ambiental de primer orden", y añadió que "es uno de los mayores inconvenientes que encuentran los agricultores a la hora de convertir su cultivo a Agricultura Ecológica", según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

En este sentido, apuntó que "para asegurar la ausencia de estos residuos en el medio de cultivo deben transcurrir varios años, dos para hortalizas y tres para frutales, desde el momento en que se pone el cultivo en conversión, hasta que se obtiene la certificación como cultivo ecológico".

Según el Ejecutivo regional, la desinfección del suelo "es una práctica generalizada en los invernaderos del Campo de Cartagena, con el fin de reducir la incidencia de problemas fitopatológicos y evitar la denominada 'fatiga del suelo'".

En este sentido, corroboró que el bromuro de metilo "ha sido muy utilizado para la desinfección, por ser un producto económico, penetrante y muy efectivo a bajas concentraciones", sin embargo, matizó que "el Protocolo de Montreal lo incluyó en la relación de sustancias que destruyen la capa de ozono, por lo que se acordó reducir su uso de forma gradual hasta su actual prohibición".

Concretamente, en el cultivo de pimiento de la Región de Murcia, se consiguió eliminar el uso del bromuro de metilo mediante el empleo de alternativas químicas y no químicas. Entre estas últimas, Martínez destacó la 'biosolarización', "que se utiliza sobre todo para la desinfección de los suelos de los invernaderos destinados al cultivo de pimiento ecológico".

INVESTIGACIONES.

Los investigadores del Equipo de Calidad Alimentaria, José Fenoll, María Pilar Flores y María Pilar Hellín, en colaboración con el investigador del Equipo de Protección de Cultivos de este organismo, Alfredo Lacasa, constataron una mayor disipación de los plaguicidas en suelos desinfectados mediante 'biosolarización'.

Este hecho lo atribuyeron, según Fenoll, a "un incremento de los microorganismos implicados en el proceso de degradación, provocado por la biodescomposición de las enmiendas orgánicas y a un aumento de la temperatura".

Sin embargo, añadió que, en las experiencias que realizó el grupo de investigación, la actividad biológica en los suelos desinfectados químicamente "fue casi nula debido a su amplio espectro de acción".

La técnica de solarización del suelo se aplica humedeciendo este previamente y cubriéndolo con un plástico transparente para exponerlo a la luz solar durante los meses de más altas radiaciones, un proceso durante el que la temperatura del suelo "alcanza niveles letales para muchos hongos, bacterias, nematodos y semillas de malezas, además de provocar complejas modificaciones en las propiedades químicas, físicas y biológicas del suelo", destacó Fenoll.

Igualmente definió la técnica de la 'biofumigación' como la acción de las sustancias volátiles producidas en la biodescomposición de la materia orgánica, en el control de los patógenos de las plantas, y apuntó que este procedimiento "incrementa su eficacia cuando se incluye en un sistema integrado de producción de cultivos".

El equipo de Calidad Alimentaria del IMIDA también desarrolló nuevos métodos de análisis mediante diferentes técnicas cromatográficas, para poder determinar residuos de plaguicidas en diferentes muestras vegetales y medioambientales.