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'DESCENDIMIENTO'. Detalle de la obra, propiedad de Los Marrajos de Cartagena. / VICENTE VICENS / AGM
«Cámaras de las maravillas» para un revolucionario de la escultura religiosa
Cultura

«Cámaras de las maravillas» para un revolucionario de la escultura religiosa

La Consejería de Cultura recuerda al escultor Juan González Moreno en el centenario de su nacimiento con la doble exposición, que se inaugura hoy, 'Recóndito sentimiento'

PEPA GARCÍA

Viernes, 25 de abril 2008, 10:46

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Hace cien años que Juan González Moreno (1908-1996), «un revolucionario de la escultura religiosa» como lo definió el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, nació en Aljucer (Murcia) y doce desde que la Región dejó de contar con su presencia y con su maestría artística.

Desde hoy y hasta el 9 de junio, con una exposición doble -en la sala de San Esteban, con una selección de 50 esculturas religiosas y una pequeña reproducción de su taller, y en la sala Logia del MUBAM, con la escultura profana- y contando con el impulso inicial de la Archicofradía de la Preciosísima Sangre -«con la que tenía una relación muy estrecha, pues fue uno de sus mayordomos», apunta Enrique González, de la Junta Directiva de Los Coloraos-, la Consejería de Cultura «rinde homenaje al escultor para hacerle justicia y permitir apreciar mejor todas sus aportaciones», afirmó Pedro Alberto Cruz.

Calificada por el consejero como «una de las iniciativas más importantes de este año, en la que hemos puesto mucho esfuerzo y que, en pocos meses gracias a Germán Ramallo y Antonio Abellán, ha tenido como resultado una exposición fantástica», esta muestra trata de poner de relieve la evolución de la obra de este artista que, en opinión de Cruz y del catedrático de Historia del Arte y comisario de la muestra, Germán Ramallo, supo confrontarse a la fuerte tradición salzillesca, «consciente de que Salzillo fue un genio, porque necesitó abrir otras vías de desarrollo», afirmó Cruz, que consideró prioritario denominar la obra de González Moreno escultura y no imaginería, independientemente de que trate el tema religioso. A este respecto, Ramallo apuntó que durante el estudio en profundidad de este artista ha descubierto que era «un obrero, un trabajador incansable» y que estaba encantado de trabajar temas religiosos porque le daban infinitas posibilidades «incluso la del desnudo», añadió.

Hacia la abstracción

Ramallo, que calificó a Juan González Moreno como «el escultor del siglo XX» y lo comparó con el papel y la obra de Salzillo en el siglo XVIII, destacó de las dos exposiciones que componen Recóndito sentimiento la posibilidad de confrontar las obras de la primera época, mucho más naturalistas y siempre surgidas de la observación de modelos reales -«sus amigos, sus familiares e incluso, alguna vez, modelos profesionales, como la modelo francesa de Mujer Mediterránea», añade Ramallo- con la de los últimos tiempos, en la que evoluciona hacia un naturalismo abstracto, la simplificación de las líneas -tanto de vestimentas como anatómicas- y las expresiones ambiguas de los rostros, mucho más introspectivas, que ponen de manifiesto que González Moreno estuvo al tanto de todos los ismos de la vanguardia artística. Además, para Ramallo, González Moreno consigue a lo largo del tiempo «fundir en su obra, de una manera casi milagrosa, el crisol de influencias» recibidas, desde la tradición escultórica castellana a la clásica renacentista.

«Recorrido sorprendente»

El comisario de la exposición, que destacó el interés del artista por reproducir la anatomía humana al desnudo, tanto en su obra religiosa como en la profana, explicó que la muestra, «aparentemente un tanto laberíntica, está concebida como una sucesión de cámaras de las maravillas y cada una de estas cámaras cuenta con una obra de impacto, como el Santo Entierro (1958-59), de Los Marrajos de Cartagena; el Descendimiento (1954), de la Iglesia de San José Obrero de Burgos; o el Lavatorio, de Los Coloraos de Murcia».

Por su parte, el comisario de la exposición destacó la labor del arquitecto Antonio Abellán, autor del diseño expositivo de la muestra, que «ha sido una ayuda impagable, porque desde el primer momento lo ha visto claro y ha aportado sus ideas, consiguiendo este recorrido siempre sorprendente», dijo Ramallo, y destacó que «se han logrado traer piezas extraordinarias de distintos puntos de la Región, así como de Burgos y Villena, que nunca antes se habían expuesto», concluyó.

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