La juez de San Javier sólo encarcela a uno de los 15 presuntos atracadores puestos a su disposición

La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de San Javier ha enviado a prisión sólo a uno de los quince presuntos delincuentes magrebíes que la Guardia Civil puso a su disposición ayer y el miércoles como integrantes de la banda de atracadores desmantelada en varios municipios del Campo de Cartagena.

Los tres sospechosos que fueron conducidos al Palacio de Justicia anteayer quedaron en libertad con obligación de comparecer ante el juez cada quince días. Y de los doce que prestaron declaración ayer, uno quedó en libertad provisional comunicada y el resto en libertad con obligación de comparecer cada quince días.

Una portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Murcia informó de que está previsto que la juez continúe hoy tomando declaración a otros seis detenidos, a los que se ha prorrogado la detención en dependencias de la Benemérita.

El procedimiento judicial, que se encuentra bajo secreto de sumario, ha sido abierto por delitos contra el patrimonio y contra la salud pública.

El primero de ellos hace referencia a una gran cantidad de robos con violencia en establecimientos comerciales, bares y chalés que, según fuentes policiales, la Guardia Civil les atribuye. El delito contra la salud pública alude a posibles actividades de tráfico de drogas de varios miembros de la banda de Los encapuchados.

Se desconoce el destino de los otros nueve detenidos en la Operación Carnaval, en la que participó un centenar de agentes de diversas compañías de la Guardia Civil, como las de Murcia, Cartagena y Torre Pacheco. En principio, deben ser puestos a disposición del juez de guardia de Cartagena.

Según ha sabido La Verdad, los investigadores tratan de confirmar si alguno de los detenidos tiene relación con el hallazgo en un contenedor de mercancías en Algeciras de un vehículo de alta gama cuya matrícula se corresponde con el de un coche cuyo robo fue denunciado en el Campo de Cartagena.

Al parecer, la banda trataba de introducir el coche en Marruecos, posiblemente para su venta en el mercado negro.