Un sendero ornitológico conectará el Mar Menor con el norte de La Manga

Esta senda ecoturística servirá para observar sin molestar a chorlitejos patinegros, cigüeñuelas, archibebes, charrancitos, gaviotas de audouin, tarros blancos y otras especies, informa a 'La Verdad' la Consejería de Presidencia y Fomento, que impulsa esta iniciativa incluida en el proyecto La Manga 365, en el que se invertirán 18,75 millones de euros cofinanciados entre la Comunidad Autónoma y los fondos europeos Feder, para revitalizar La Manga y hacerla atractiva al turismo todo el año.

En este caso, al turismo respetuoso con el medio natural que busca una experiencia de calidad en un entorno cuidado. La mejora paisajística y la restauración de zonas degradadas es precisamente uno de los objetivos de La Manga 365, que destinará 200.000 euros al sendero ornitológico. El plazo previsto de ejecución es de nueve meses y se espera que esté terminado este mismo año.

La senda constará de dos tramos diferenciados. El primero, desde el Mar Menor hasta el canal de Veneziola, sobre una plataforma de madera y un puente para salvar zonas inundables y de «alta sensibilidad medioambiental»; y el segundo, desde el canal hasta su conexión con el final del paseo marítimo de La Manga, señalizado simplemente con bolardos cada pocos metros porque discurre sobre la playa.

«La actuación se ha diseñado de forma que dirige la presión del uso público a zonas urbanas, alejando así las posibles molestias de las áreas de nidificación y alimentación de la avifauna pero permitiendo al mismo tiempo disfrutar de las especiales condiciones de este ecosistema», asegura el Ejecutivo autónomo.

El recorrido conducirá a los visitantes por los espacios más próximos a las viviendas y reservará zonas de descanso en las mejores ventanas paisajísticas con vistas a las Encañizadas y los Esculls -rocas y bancos de arena emergidos en la gola natural-. El trazado discurrirá junto al límite del Parque Regional de Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar y contará con carteles interpretativos del espacio protegido y señales direccionales de la Red de Senderos Naturales de la Región.

Esta actuación servirá para restaurar la zona de saladar, degradada por la apertura de senderos secundarios en la Zona de Conservación Prioritaria del parque. En una intervención «de mínimos» que no contempla desbroces, se plantará vegetación autóctona -zanahoria marina, espárrago marino, junco marítimo y cuernecillo de mar- y se arrancarán especies invasoras, como acacias y uña de gato. También se retirarán escombros y otros residuos sólidos.

Antes de desarrollar este proyecto, Fomento contempló la construcción de una pasarela peatonal para unir Veneziola y las Salinas, atravesando las Encañizadas. La Universidad de Murcia, que evaluó el impacto ambiental de la infraestructura por encargo de la Consejería, advirtió de posibles daños en esta zona de frágil equilibrio natural y propuso como alternativas un ferry y recorridos peatonales parecidos al sendero ornitológico que ahora se va a adecuar.