Basura marina: en el fondo hay más

Botellas, latas, neumáticos, bicicletas... Basta con echar un vistazo a la galería de fotos que incluye este artículo para darnos cuenta de que estamos maltratando sin piedad los ecosistemas marinos, como si los océanos tuviesen una capacidad infinita para digerir nuestra basura. Y no.

«El mayor impacto de la basura en el mar es el que no vemos: los microplásticos y la contaminación de las profundidades. Muchas personas se preguntan qué pueden hacer para preservar los océanos, y todos tenemos un papel: los gobiernos deben limitar la producción, y los ciudadanos reciclar y reutilizar los utensilios de plástico para que no lleguen a las playas, el estómago de los peces o frágiles hábitats de profundidad», explica Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana Europa, quien advierte: «Las aguas profundas esconden una valiosa biodiversidad y no podemos permitirnos destruirlas».

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PD. Se estima que cada año hay más de cinco billones de fragmentos de plástico flotando en el mar, con un peso superior a 250.000 toneladas. Cada año llegan al mar ocho millones de toneladas de plástico. Cada minuto se adquieren un millón de botellas de plástico en el mundo y cada botella tarda unos 450 años en desintegrarse.