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El presidente ruso, Vladímir Putin. REUTERS
Putin celebra por todo lo alto el 75 aniversario de la batalla de Stalingrado como acto de campaña

Putin celebra por todo lo alto el 75 aniversario de la batalla de Stalingrado como acto de campaña

Hoy acudirá a Volgogrado para presidir los festejos conmemorativos de la histórica gesta soviética que supuso el principio del fin del régimen nazi

Rafael M. Mañueco

Corresponsal. Moscú

Viernes, 2 de febrero 2018, 12:18

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El presidente Vladímir Putin y candidato a la reelección en los comicios del 18 de marzo no desaprovecha nada que le pueda reportar popularidad y votos. Hoy acudirá a Volgogrado para presidir los festejos conmemorativos del 75 aniversario de la victoria soviética en la sangrienta batalla de Stalingrado, gesta de enorme relevancia histórica porque supuso el principio del fin del régimen nazi.

Este mediodía ha tenido lugar en Volgogrado, que hoy vuelve a llamarse Stalingrado de forma simbólica, un desfile militar al que han acudido decenas de miles de personas. Entre ellos, veteranos llegados de toda Rusia y delegaciones extranjeras de numerosos países, incluyendo la propia Alemania, Francia y Reino Unido.

En la parada han participado millar y medio de militares y se han vuelto a exhibir los tanques, cañones y blindados utilizados por el Ejército Rojo durante la II Guerra Mundial. También han desfilado lanzaderas de misiles modernos como los temibles 'Iskander', que Rusia tiene actualmente emplazados en el enclave de Kaliningrado (antigua Prusia Oriental) para hacer frente a lo que Moscú llama "avance de la OTAN" y como respuesta al despliegue del escudo antimisiles de Estados Unidos.

De manera que la celebración encierra, no sólo la necesidad de recordar un hecho de indudable relevancia histórica, sino también el deseo de lanzar al mundo la advertencia de que Rusia supo defenderse hace 75 años en la que quizás fue la batalla más sangrienta de todos los tiempos y lo hará de nuevo si llegara el caso. Es además un mensaje de consumo interno que pretende consolidar a la sociedad rusa en torno a Putin, su actual líder supremo, frente a los numerosos enemigos exteriores.

De ahí la importancia que el presidente ruso otorga, de forma casi obsesiva, a todo lo relacionado con la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria (la II Guerra Mundial). Aquella contienda costó al país 27 millones de muertos y Putin se ha apropiado el triunfo soviético en beneficio de su imagen. Desde que llegó al poder, hace casi 19 años, los fastos del Día de la Victoria han ido aumentando en relieve y significación. Se recuerda cada año el aniversario de todas las batallas decisivas, sobre todo cuando se trata de fechas redondas.

A Stalin, que estaba al frente de la Unión Soviética en aquel momento, el máximo dirigente ruso le considera el "artífice" de la victoria contra las tropas hitlerianas. Por eso, Putin fomenta un nuevo culto a la personalidad del cruel dictador soviético. Hasta el extremo de que, hace unos días, el Ministerio de Cultura ruso ha prohibido la exhibición de la película satírica "La Muerte de Stalin" de Armando Iannucci.

El enfrentamiento que en Stalingrado protagonizaron alemanes y soviéticos entre el 17 de julio de 1942 y el 2 de febrero de 1943 fue probablemente el más encarnizado y cruento en la historia de la Humanidad. Stalin quiso que la ciudad a orillas del Volga que llevaba su nombre no cayera en manos de los nazis y ordenó "ni un paso atrás" a sus soldados.

Los aviones y tanques alemanes nada pudieron hacer contra unos métodos de combate callejeros en medio del frío y el hambre. El 2 de febrero de 1943, las tropas nazis que combatían en Stalingrado, con el mariscal Friedrich von Paulus al frente, tuvieron que rendirse. Fue el primer gran revés alemán que dio la vuelta a la contienda en favor de la URSS.

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