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Atentado perpetrado en una estación de autobuses en la ciudad de Tartus.
El Estado Islámico golpea dos bastiones del régimen sirio y causa 148 muertos

El Estado Islámico golpea dos bastiones del régimen sirio y causa 148 muertos

Los atentados en Tartus y Jableh, ubicadas en la costa del mar Mediterráneo, son los más sangrientos en esas ciudades alauitas en los últimos 30 años

COLPISA / AFP

Lunes, 23 de mayo 2016, 10:55

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El grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha lanzado este lunes una serie de sangrientos atentados contra dos bastiones del régimen sirio en la costa del país, causando 148 muertos en uno de los peores ataques desde el inicio del conflicto en 2011.

Estos atentados, reivindicados por el Estado Islámico y dirigidos contra Tartus y Jableh, son inéditos en estas ciudades, que hasta ahora habían permanecido relativamente al margen de la guerra en el país. También son los más sangrientos desde hace 30 años en estos bastiones alauitas, la rama chiita minoritaria a la que pertenece el presidente, Bachar el-Asad.

Los ataques llegan en un momento en que el Estado Islámico se ve sometido a una creciente presión militar tanto en Siria como en Irak, donde las fuerzas gubernamentales han lanzado este lunes una ofensiva para expulsar a los yihadistas de la ciudad de Faluya.

El Estado Islámico ha reivindicado también este mismo lunes un doble atentado en Yemen que ha causado 41 muertos entre jóvenes reclutas en la ciudad de Adén.

La serie de atentados de este lunes en Siria empezó hacia las 09.00 hora local (06.00 GMT) en Tartus, cuando dos kamikazes se hicieron estallar en el interior de la estación de autobuses, antes de que un coche bomba detonara en el exterior, según una fuente policial de la ciudad. Un cuarto de hora después, en Jableh -60 kilómetros más al norte-, se produjeron explosiones en la estación de autobuses, la compañía de electricidad y dos hospitales, ha informado otra fuente policial. "En el hospital nacional un kamikaze hizo estallar su cinturón en el servicio de urgencias, y un coche bomba estalló en la entrada del (hospital) El-Asad", ha precisado la fuente.

En total se han producido tres atentados suicidas y cuatro coches bomba, según la Policía, mientras que el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) ha difundido un balance de dos atentados con coche bomba y cinco ataques suicidas.

Ataques inéditos

"Es la primera vez que oímos explosiones en Tartus y que vemos muertos y cuerpos desmembrados", relata Shadi Osman, empleado bancario de 42 años. El OSDH estableció a mediodía un último balance de 148 muertos, la mayoría en Jableh. y casi todos civiles, entre ellos, al menos ocho niños, mientras la agencia oficial Sana mantenía su balance de 78 muertos.

El Estado Islámico no tiene presencia conocida en la costa siria -a diferencia del Frente Al Nusra-, pero es conocido por utilizar células durmientes para sus ataques. De confirmarse su autoría, se trataría de uno de sus mayores golpes, tras las derrotas militares que ha sufrido en el oeste de Irak y el este de Siria.

"Es la primera vez que llega la guerra a Tartus (...) He visto desde mi ventana a gente corriendo aterrorizada, las tiendas han cerrado y la ciudad está totalmente paralizada" relata Merhi, un pintor. Tartus y Jableh albergan respectivamente la base marítima y el aeropuerto militar del contingente ruso que apoya a las fuerzas gubernamentales del régimen de El-Asad.

Después de los atentados, los habitantes de Tartus han increpado a refugiados procedentes de Alepo e Idleb -bastiones de la rebelión islamista- acusándoles de "simpatía con el terrorismo"

"El aumento de tensiones y de la actividad terrorista en Siria solo pueden suscitar una gran inquietud", ha reaccionado tras los ataques el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, cuyo país lleva a cabo desde hace ocho meses bombardeos contra los adversarios del régimen de El-Asad. Estos atentados "reflejan otra vez lo frágil que es la situación en Siria y la necesidad de tomar medidas enérgicas para reactivar el proceso de paz", ha añadido el portavoz.

Se trata de los ataques más sangrientos desde el 16 de abril de 1986, cuando explotaron varias bombas en Tartus y otras localidades cercanas, causando 144 muertos. Las autoridades sirias acusaron entonces a la cofradía de los Hermanos Musulmanes, con el apoyo financiero del exdictador iraquí Sadam Husein.

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