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Donald Trump saluda a Jeff Sessions en el despacho oval.
Trump, Rusia y las elecciones en Estados Unidos: ¿qué sabemos?

Trump, Rusia y las elecciones en Estados Unidos: ¿qué sabemos?

Durante una audiencia del Senado para discutir su nominación como fiscal general, Jeff Sessions fue consultado sobre supuestos contactos con funcionarios rusos, que él negó

colpisa / afp

Jueves, 2 de marzo 2017, 20:42

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El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, se encuentra de nuevo envuelto en un escándalo político tras conocerse que el secretario de Justicia y fiscal general, Jeff Sessions, ocultó que había mantenido contactos con un diplomático ruso durante la campaña electoral del año pasado.

Durante una audiencia del Senado para discutir su nominación, Sessions fue consultado sobre supuestos contactos con funcionarios rusos, que él negó.

Sin embargo, surgieron evidencias de reuniones mantenidas en su despacho de senador el año pasado con el embajador ruso en Washington, en medio de la campaña electoral.

A continuación, un resumen de la interminable controversia que pende como una nube sobre la presidencia de Trump.

En octubre del año pasado, agencias de inteligencia estadounidenses afirmaron que 'hackers' rusos eran responsables del pirateo y divulgación de correos electrónicos de Hillary Clinton y del Comité Nacional Demócrata en plena campaña para las elecciones.

Tres meses más tarde, el 6 de enero, responsables de varios de esos órganos de inteligencia publicaron un informe parcial de lo ocurrido, donde afirmaban su "confianza" en que el presidente Vladimir Putin estaba personalmente involucrado en el pirateo de los correos, para afectar la campaña de Clinton, adversaria de Trump.

Desde entonces, el Departamento de Justicia, el FBI (la policía federal estadounidense) y las agencias de inteligencia mantienen abiertas investigaciones sobre la interferencia de Rusia en las elecciones.

En el Congreso estadounidense, tres comités del Senado y uno de la Cámara de Representantes también iniciaron investigaciones superpuestas sobre diversos aspectos de la controversia.

Las investigaciones que se realicen en el Congreso se concentran en los contactos entre el comité electoral de Trump y funcionarios rusos durante la campaña presidencial, para determinar si hubo complicidad con las tentativas rusas de influenciar la votación.

Varios auxiliares próximos de Trump mantienen negocios de larga data con Rusia o con políticos ucranianos respaldados por Moscú, incluyendo su ex jefe de campaña presidencial, Paul Manafort, quien renunció en agosto precisamente a causa de esas relaciones.

El periódico 'The New York Times' reportó que Manafort y otros dos altos empleados del comité de campaña de Trump mantuvieron contactos con oficiales rusos de inteligencia antes de las elecciones, aunque la Casa Blanca niega esa posibilidad con vehemencia.

Fueron precisamente revelaciones sobre contactos entre el grupo de Trump y funcionarios rusos que provocaron la primera baja importante del nuevo gobierno.

El pasado 13 de febrero, el consejero presidencial de Seguridad Nacional, Michael Flynn, fue destituido sumariamente por Trump después de que surgieron evidencias de contactos con el embajador ruso.

De acuerdo a esas informaciones, el mismo día que el entonces presidente Barack Obama expulsó del país a 35 funcionarios rusos -por la convicción de los órganos de inteligencia sobre el pirateo de correos-, Flynn se puso en contacto con el embajador.

Sin embargo, Trump pidió a Flynn la renuncia alegando que su asesor no había transmitido al vicepresidente Mike Pence informaciones completas sobre ese contacto.

Las investigaciones abiertas en el Congreso buscan ahora descubrir si Flynn, en su conversación con el embajador Sergei Kislyak, discutió aspectos de las sanciones económicas que el gobierno de Obama preparaba contra Moscú por la supuesta injerencia durante las elecciones.

Este jueves, altos líderes del Partido Demócrata pidieron públicamente la renuncia de Sessions por no haber transmitido a los senadores que lo interrogaron informaciones completas sobre sus propios encuentros con Kislyak durante la campaña. Como secretario de Justicia, Sessions es responsable del FBI o cualquier otra investigación.

A la luz de las revelaciones sobre los encuentros de Sessions con Kislyak, políticos de los dos partidos estadounidenses ahora piden que como mínimo se aleje por completo de las investigaciones sobre la injerencia rusa en las elecciones. Sessions respondió que se recusará de esas investigaciones "cuando sea adecuado".

Sin embargo, los legisladores del Partido Demócrata temen que el partido Republicano, que tiene mayoría en las dos cámaras del Congreso, bloquee las investigaciones para proteger al presidente. Por ello, piden una investigación conjunta de parte de los dos partidos o una independiente sobre la injerencia rusa en las elecciones.

Entre las opciones sobre la mesa están la elección de un poderoso fiscal especial, un comité especial del Congreso o una comisión formada por los dos partidos y encabezada por expertos sin lazos con el gobierno.

Tal investigación también podría enfocarse en las preguntas aún sin respuestas sobre los lazos empresariales de Trump en Rusia. Por el momento, los legisladores del partido Republicano se niegan a apoyar cualquier iniciativa más allá de las investigaciones en el Congreso, que tienen un alcance limitado.

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