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EE UU suspende las ejecuciones en Oklahoma hasta revisar su inyección letal

El Supremo estudiará la legalidad del fármaco utilizado, que falló en tres ocasiones prolongando el sufrimiento de los reos

AGENCIAS

Jueves, 29 de enero 2015, 02:48

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El Tribunal Supremo de Estados Unidos suspendió hoy las ejecuciones previstas para los próximos meses en el estado de Oklahoma hasta revisar la legalidad de sus nuevas inyecciones letales.

El Supremo aceptó el pasado viernes revisar el uso de midazolam en las ejecuciones de Oklahoma, un medicamento que el año pasado falló en tres ocasiones y prolongó el sufrimiento de los presos al recibir la inyección letal. Ahora, el Supremo debe decidir si el uso de este medicamento viola la Octava Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege a los ciudadanos de castigos crueles o inusuales.

La controversia con las ejecuciones en Oklahoma se remonta al 29 de abril de 2014, cuando los verdugos del penal de McAlester suministraron una inyección defectuosa al preso Clayton Lockett, que tardó 43 minutos en morir en un procedimiento que no suele durar más de un cuarto de hora.

A raíz de ese caso, Oklahoma suspendió todas sus ejecuciones para preparar un método renovado que incluye una nueva sala de ejecuciones, verdugos con mayor formación y una potente inyección letal. El nuevo procedimiento se probó por primera y única vez el pasado 15 de enero con la ejecución, sin complicaciones, del preso Charles Warner.

La audiencia sobre el uso de midazolam está programada para abril en el Supremo y se espera que el tribunal falle en junio. El Supremo no se pronunció sobre la eventualidad de que Oklahoma use otros medicamentos como el pentobarbital, que ya usan Texas y Georgia, entre otros.

Las ejecuciones suspendidas por la decisión de hoy son la de Richard Glossip, prevista para este jueves; la de John Grant, programada para el 19 de febrero; y la de Benjamin Cole, para el 5 de marzo. El caso de Glossip se remonta a 1997, cuando el preso pagó 10.000 dólares a un excompañero del hotel del que había sido despedido para que asesinara a su propietario, Alan Van Treese, según la sentencia.

Grant, por su parte, fue sentenciado a muerte por el asesinato en 1998 de un trabajador de la cafetería de la cárcel Dick Conner de Hominy (Oklahoma), donde cumplía condena desde 1980 por varios robos. Cole asesinó a su hija de nueve meses en el 2002 porque le molestaba su llanto, según confesó.

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