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Imagen del ayuntamiento de la localidad mexicana de Iguala
La fiscalía señala al alcalde de Iguala como autor intelectual de la desaparición de los 43 estudiantes

La fiscalía señala al alcalde de Iguala como autor intelectual de la desaparición de los 43 estudiantes

El procurador general, Jesús Murillo Karam, también ha acusado a la mujer del alcalde prófugo como presunta responsable

EUROPA PRESS

Jueves, 23 de octubre 2014, 00:59

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El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, fueron los autores intelectuales de la represión a estudiantes el 26 de septiembre pasado, que causó la muerte a seis personas y la desaparición de 43 alumnos, informó hoy la fiscalía mexicana.

El fiscal general, Jesús Murillo Karam, dijo en rueda de prensa que el alcalde fue quien dio la orden de atacar a los estudiantes para evitar que intervinieran en un acto oficial que esa noche encabezaba su esposa en Iguala (sur de México). En junio de 2013, la alcaldía "fue agredida" por un grupo de detractores entre los que estaban "alumnos de Ayotzinapa", por lo que Abarca quiso evitar que esto pudiera repetirse, explicó.

Tras la detención el 18 de octubre del líder del cártel Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias, se ha descubierto que el crimen organizado estaba infiltrado en el Ayuntamiento, que recibía del grupo delictivo entre dos y tres millones de pesos mensuales (de 148.000 a 222.000 dólares).

María de los Ángeles Pineda, familiar de dos operadores del cártel, era la encargada de distribuir este dinero, con la complicidad de su esposo y del secretario de Seguridad Pública, Felipe Flores, afirmó Murillo, quien añadió ya hay órdenes de captura en contra de los tres. Cada mes, al menos 600.000 pesos (unos 44.500 dólares) eran destinados al control de la policía local y los propios miembros del cártel eran quienes decidían sobre los nuevos ingresos a la corporación.

El titular de la Procuraduría General de la República (PGR) indicó que ya son 30 los cuerpos encontrados en un total de nueve fosas, dos más de los informados inicialmente. Las pruebas de ADN realizadas a partir de muestras tomadas por la fiscalía de Guerrero reveló que los restos no corresponden a los jóvenes desaparecidos, pero ante la posibilidad de "un error" las autoridades están a la espera de los resultados de las muestras recogidas por un equipo argentino.

Respecto a la noche del 26 de septiembre, Murillo precisó que el primer ataque lo sufrió uno de los cuatro autobuses en los que viajaban los estudiantes, donde murió uno de los jóvenes, pero el vehículo logró escapar.

Los policías emprendieron una persecución y, en medio de la confusión, atacó a otro autobús en el que iba un equipo de fútbol. Al darse cuenta, los agentes siguieron con la búsqueda y hallaron el primer vehículo, hicieron bajar a los estudiantes y se los llevaron en patrullas a la comisaría de Iguala , de donde fueron "sustraídos" por policías del vecino municipio de Cocula, quienes habían acudido a apoyar el operativo. Estos se llevaron a los estudiantes hasta un cerro ubicado en Pueblo Viejo, donde se han encontrado las fosas, controlado por un lugarteniente de los Guerreros Unidos de nombre "Gil".

Este avisó a Casarrubias de los actos de violencia, pero los atribuyó a "un grupo delictivo contrario", por lo que el líder del cártel avaló "las acciones para la defensa de su territorio en Iguala ", señaló el fiscal. "Gil" se encuentra prófugo junto con otros dos miembros del cártel que presuntamente ejecutaron las órdenes de Casarrubias, ya plenamente identificados, por lo que "su detención es crucial para la investigación y localización de los estudiantes", dijo el fiscal.

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