Doce islamistas condenados a muerte en Egipto por matar a un policía

Un tribunal egipcio ha condenado hoy a muerte a doce supuestos islamistas por el asesinato de un alto mando policial y por formar una organización terrorista el pasado septiembre en la localidad de Kerdasa, al sur de El Cairo.

El fallo judicial firme -este es provisional- sobre este caso se conocerá el próximo 6 de agosto, después de que el muftí de Egipto, Shauqui Alam, máxima autoridad religiosa, emita su dictamen no vinculante, según ha informado la agencia oficial Mena.

El presidente del Tribunal Penal de Guiza, el juez Moataz Hafagui, ha remitido hoy los expedientes de los doce condenados al muftí, lo que según el sistema judicial egipcio significa que fueron condenados a muerte.

El veredicto de los otros once procesados en la causa será también dictado el próximo día 6. Los 23 están acusados del asesinato premeditado del asistente del director de seguridad de Guiza, general Nabil Farag, en Kerdasa durante la operación de las fuerzas de seguridad en septiembre pasado contra los islamistas. También de la formación de una organización terrorista que pretendía matar a miembros del Ejército y la Policía.

La Justicia egipcia ha dictado en los últimos meses numerosas condenas a muerte contra miembros y seguidores de los Hermanos Musulmanes y otros grupos islamistas afines.

El pasado 7 de junio, una corte condenó también de forma provisional a muerte a diez responsables islamistas acusados de instigar a la violencia en la provincia de Qaliubiya en julio de 2013. En esta causa son procesados también el líder de la cofradía, Mohamed Badía, y otros 37 miembros y seguidores del grupo, cuyo veredicto fue pospuesto para el próximo 5 de julio.

Además, el pasado 28 de abril, un tribunal de Minia sentenció en firme a pena de muerte a 37 supuestos simpatizantes de la Hermandad y de forma provisional a otros 683 islamistas, entre ellos Badía, cuyo fallo definitivo se dará a conocer el próximo 21 de junio.

Estas sentencias fueron muy criticadas por la comunidad internacional y por las organizaciones de derechos humanos, mientras que los Hermanos Musulmanes las calificaron de "políticas".