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Ottawa ha amanecido en medio de un fuerte despliegue policial.
Máxima tensión en Canadá tras el ataque contra el Parlamento

Máxima tensión en Canadá tras el ataque contra el Parlamento

La Policía ha detenido a un individuo en las proximidades del Memorial de la Guerra en Ottawa cuando el primer ministro colocaba una corona de flores en memoria del soldado asesinado ayer

AGENCIAS

Jueves, 23 de octubre 2014, 16:17

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La Policía canadiense ha detenido a un individuo en las proximidades del Memorial de la Guerra en Ottawa cuando el primer ministro, Stephen Harper, colocaba una corona de flores en memoria del soldado asesinado ayer en un ataque contra el Parlamento.

En el momento en que Harper, acompañado por su esposa Laureen, colocó la ofrenda floral rodeado de una fuerte presencia policial, varios agentes empezaron a gritar y gesticular hacia un individuo que presenciaba la ceremonia. El individuo fue inmediatamente esposado e introducido en un coche policial mientras Stephen y Laureen Harper abandonaban el lugar.

El miércoles, el cabo Nathan Cirillo, de 24 años y que montaba guardia en el Memorial de la Guerra, murió tras ser tiroteado por un individuo que posteriormente entró en el edificio del Parlamento. El atacante, identificado como Michael Zehaf-Bibeau, fue abatido poco después por las fuerzas de seguridad en el interior de la sede del Parlamento canadiense.

El ataque se produjo dos días después de que otro militar canadiense, el suboficial Patrice Vincent, de 53 años, muriese en las cercanías de Montreal arrollado junto a otro compañero por un vehículo conducido por Martin Couture-Rouleau, a quien la Policía calificó como un islamista "radicalizado".

En una alocución televisada en la noche del miércoles, Harper vinculó los dos incidentes y los calificó de actos terroristas relacionados con el grupo extremista Estado Islámico (EI). El martes, Canadá envió al Golfo Pérsico seis aviones de combate que se unirán a las fuerzas aliadas que combaten a los yihadistas del Estado Islámico en Irak.

Ottawa intenta recuperar la calma

El ataque de ayer ha colocado al país en una situación de máxima tensión, aunque la ciudad de Ottawa intenta recuperar poco a poco la normalidad. La Cámara de los Comunes mantiene su agenda, aunque las banderas ondean a media asta y hay mayores medidas de seguridad.

Los empleados del Parlamento han vuelto a sus puestos de trabajo entre mayores controles. El presidente de la Cámara de los Comunes, Andrew Scheer, ha destacado en un comunicado que esta normalidad "envía un claro mensaje de la determinación de Canadá para mantener su forma de vida libre y democrática". "Lo último que quiere nadie es acobardarse ante este atroz asesinato", ha subrayado el alcalde de Ottawa, Jim Watson, en declaraciones a la radio de la CBC.

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