Ana Garrido, la funcionaria que destapó la Gürtel, en Interviú

«Va uno a la facultad de Ciencias Políticas y dice:Buenas, quería matricularme. Y el de la ventanilla: Sí, coja el sobre. Y el tío le dice: ¿Ya? », así, con este chiste, comienza su entrevista para Interviú Ana Garrido, la ex funcionaria del Ayuntamiento de Boadilla del Monte que saltó a los medios por negarse a seguir las órdenes ilegales de su entonces alcalde y superior, y así comenzar a tirar del hilo de la Gürtel. El resto, es bien sabido. Denuncia presiones, amenazas de muerte, noticias falsas publicadas sobre ella, demandas que acaban archivadas pero aparecen en portada...el coste de atreverse a señalar una de las mayores tramas de corrupción de este país.

En su entrevista con Interviú pone de relieve que quiere visibilizar lo que le ocurre a los denunciantes de la corrupción. Mientras los denunciados preguntan dónde ver el Barça-Madrid en la cárcel y comen a costa de los impuestos de todos los españoles, ella, la denunciante, ha tenido que comer «de los platos que me dejaban en la puerta de mi casa». Ha perdido su casa, su empleo y sueldo de funcionaria, ha tenido problemas familiares, perdió a sus amigos...Incluso vivió de 'okupa' durante un año: «Tenía que lavar en la bañera, pero no tenía tapón. Así que usaba un tocho de metacrilato, un premio que me habían dado por mi lucha, y lo ponía boca abajo para tapar el desagüe».

Ahora sobrevive gracias a su labor como artesana de bisutería. 'Gotas de Alma', se llama su marca. Está pensando en abrir una tienda online, según comenta. Actualmente comercializa una pulsera dedicada a Esperanza Aguirre: «Lleva unas 'estrellitas' de la Comunidad de Madrid y unas ranitas». Sobre ésta última, Aguirre, advierte: «Va a acabar imputada. Seguro».

Pese a su calvario, asegura no arrepentirse de nada: «Mi gran error fue llevar mi primer dosier a Manos Limpias. Hoy todos sabemos quién es Miguel Bernad, pero entonces no se sabía». Menciona la ley de protección para denunciantes de tramas corruptas que Ciudadanos propuso y que el Congreso aprobó, «tiene muchas carencias, pero es un paso histórico».

La entrevista completa, en Interviú.

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