Casey Affleck, ganador del Oscar a Mejor Actor, y la polémica del acoso sexual

Casey Affleck consiguió zafarse por fin de la sombra de su hermano Ben cuando el pasado domingo, durante la ceremonia de entrega de los premios Oscar, subió a recoger la estatuilla a Mejor Actor Principal. Sin embargo, le persigue otra oscura sombra de la que nunca va a poder zafarse: la del acoso sexual.

Casey fue demandado en 2010 por Amanda White y Magdalena Gorka por un supuesto delito de acoso sexual. Ambas habían trabajado con él en el falso documental 'I'm still here' protagonizado por Joaquin Phoenix y en su escrito de denuncia señalaban que el pequeño Affleck se había referido a ellas varias veces como «vacas» y que en una ocasión instó a los miembros de su equipo a bajarse los pantalones y enseñarles los genitales en el transcurso de una discusión.

White señaló además que, tras negarse a compartir con Affleck una habitación de hotel, este la zarandeó de forma muy violenta y amenazante. Gorka, por su parte, afirmó que en una ocasión se encontró al actor en ropa interior en su cama apestando a alcohol.

Casey Affleck en todo momento desmintió las acusaciones, pero no fue a juicio. Se firmó un acuerdo entre ambas partes que jamás se ha hecho público y del que ahora ha afirmado en varias entrevistas que «no se trató más que de un claro caso de chantaje». Sin embargo, como jamás fue absuelto, este supuesto acoso sexual le acechará para siempre, ensombreciendo el resto de su carrera y haciendo a muchos preguntarse en voz alta tras la entrega de premios: «¿Se le debe dar un Oscar a alguien que ha sido demandado por acoso?».

Las opiniones en la red apuntan tanto a un extremo como al otro: unos afirman que si las dos mujeres aceptaron el pago eso demuestra que su objetivo no era otro que chantajear a Casey, mientras que otros apuntan a que si el actor pagó fue porque era culpable. Sea o no culpable, lo que es más que evidente es que esto le perjudicará toda la vida.

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