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Ivanka Trump, sentada a la mesa del Despacho Oval, flanqueada por su padre y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. :: TWITTER
La Casa Ivanka

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ICÍAR OCHOA DE OLANO

Jueves, 16 de febrero 2017, 01:57

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John F. Kennedy, Jimmy Carter, Ronald Reagan, Bill Clinton, George W. Bush, Barak Obama, Donald Trump, Robby Novak y Sebastián Piñera. Esto es, siete presidentes de Estados Unidos, un niño y un exmandatario chileno. Este era hasta ahora el listado completo de personas que se habían sentado a la mesa principal del Despacho Oval. Los primeros, por derecho propio. Los dos últimos, por deferencia de Obama, entonces su titular, durante una visita infantil a la Casa Blanca y otra, oficial, de un homólogo latinoamericano. Desde esta semana, al elenco se ha unido una mujer, la hijísima del inquilino actual del 1.600 de la Avenida Pensylvania de Washington.

La propia Ivanka Trump se encargó de distribuir a través de las redes sociales la controvertida imagen que la inmortaliza en el 'trono' del mundo, flanqueada por su padre, a la derecha, y por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a su izquierda. Junto a los emoticonos de las banderas de los respectivos países, el siguiente 'tuit': «Una gran discusión con dos líderes mundiales sobre la importancia de que las mujeres también se sientan a la mesa». De esta forma, la empresaria, 'socialité', modelo y asesora oficiosa del presidente Trump pretendía reivindicar un mayor papel protagonista de las mujeres en la toma de decisiones, el tema sobre el que giró la reunión de trabajo que acababan de encabezar ambos mandatarios y a la que ella había acudido en calidad de consejera de su padre. La instantánea desató de inmediato una avalancha de reaciones airadas en Twitter. «Tú no tienes ningún lugar en el Gobierno»; «para sentarse ahí hay que ganárselo»; «nadie te eligió». Otras voces se limitaron a tachar el gesto de «tremendamente inapropiado» e, incluso, de «antiético».

Al exdiplomático Inocencio Arias la polémica le parece desorbitada. «¿Donde está la blasfemia protocolaria o la violación de la Constitución estadounidense o de las normas internacionales? Todo el mundo sabe que Ivanka es consejera de su padre en muchos temas, que ha jugado un papel muy importante en la campaña electoral y que está cubriendo a la esposa de Trump en bastantes actos. ¿Por qué no se podía sentar a la mesa?».

Consejos lucrativos

Exagerado o no, lo cierto es que la fotografía, tal vez por inédita, impacta. Hasta la fecha, las actitudes de informalidad en el Despacho Oval se limitaban a aquella instantánea de 1963 en la que John John jugaba a los pies de su padre, mientras éste atendía una llamada en el histórico escritorio 'Resolute', el nombre del barco del que se extrajo la madera para hacer esa pieza y que Jackie rescató de algún rincón de la Casa Blanca. O a Sascha, la hija pequeña de los Obama, tumbada tras uno de los sofás de la estancia, espiando a su padre. Agriamente criticadas por los puristas resultaron las fotos del mandatario demócrata sin americana, sentado en la mesa con las piernas colgando o repantingado en la silla con los pies apoyados en el sacrosanto mueble.

Ivanka vuelve ahora a remover unas aguas que ya de por sí bajan turbulentas por su rol activo en la Administración de su padre mientras aprovecha sin sonrojo su privilegiado estatus para promocionar sus negocios. Ya lo hizo al distribuir información a los medios sobre los detalles del brazalete de oro y diamantes que lució en la entrevista que la CBS hizo a su progenitor antes de la investidura. El propio titular del Despacho Oval no se ha cortado a la hora de defender públicamente a su hija y sus 'business' cuando, hace unos días, un cliente se le daba de baja. La Casa Blanca parece cada vez más la Casa Ivanka.

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