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f. olmos
Viernes, 2 de diciembre 2016, 10:54
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La literatura infantil contiene ejemplos similares al de esta historia que, una vez siendo adultos, nos suenan disparatados e imposibles. En los cuentos para niños las especies animales siempre se relacionan entre sí e incluso mantienen relaciones jerárquicas y/o basadas en lo emocional.
Sin embargo, cuando se traspasan las barreras de la ficción, sabemos que esto es en la mayoría de los casos imposible. Nadie espera encontrar a un grupo de lobos que encuentre a un cachorro de hiena y lo críe como a uno de los suyos. Más bien se lo comerían. Pero...¿y si se produce entre especies que no son depredadoras? ¿Por qué no?
Esto ha debido pensar este pequeño bebé mono que, al verse abandonado a su suerte por motivos desconocidos, se ha unido a este grupo de cabras como si fuesen su propia familia. En concreto ha elegido a una como madre y se pasea agarrado a su espalda, tal y como lo haría con su verdadera madre biológica. A juzgar por el vídeo, a las cabras no sólo no les molesta, si no que les parece algo bastante natural.
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