El UCAM se desinfla en la prórroga

Y es que dado un comienzo de partido tan positivo, poco cabía esperar que un UCAM que tenía una puesta en escena tan brillante como su nueva equipación dorada fuera perdiendo una solidez que tenía como primer abanderado a Marcos Delía, que aprovechando su superioridad en centímetros sobre los pívots donostiarras anotaba sus ocho puntos del partido, demostrando parte de la valentía echada en falta la pasada temporada para asumir lanzamientos a una canasta mucho más agraciada con los murcianos, rápidamente con rentas ya de dos cifras (15-25, minuto 12).

Si bien con la entrada en pista del gigante holandés Henk Norel los puntos en la pintura se vendían más caros, Ibon Navarro modificaba su planteamiento ofensivo y lograba encontrar en el exterior a tiradores libres, normalmente fruto de buenos bloqueos indirectos en el lado contrario a donde era desarrollada la jugada, y disparar así la ventaja de tres en tres hasta su máxima de 18 puntos (21-39, minuto 18), reducida hasta once antes del descanso (36-47) una vez se entonaba Jordan Swing, el mejor del partido en la tarde de ayer con 23 puntos.

Retomada la acción se daría el momento más delicado del partido, cuando el base rival Kenny Chery caía lesionado tras un intento de tapón de Charlon Kloof, que también se mantuvo unos instantes doliéndose en el suelo pero pudo continuar jugando, a diferencia de Chery, lastimado en su codo izquierdo. Pasado el parón, fue el Gipuzkoa quien ofreció su mejor versión frente a un UCAM espeso en ataque y al que salvaban canastas poco habituales, como lanzamientos desde larga distancia de Tumba u Olaizola (42-55, minuto 24). Agotado un recurso que no podía explotarse más, los vascos infligieron un parcial de 11-0, liderados por un Dani Pérez que abusaba del canterano Emilio Martínez para anotar siete puntos seguidos y provocar el tiempo muerto de Ibon Navarro (53-55, minuto 28).

Intercambio de canastas

Con un nuevo partido sobre la pista, el intercambio de canastas sería la tónica a seguir, donde por bando murciano emergía un certero Marko Lukovic, que con seis triples y acciones de carácter respondía al dardo de su entrenador, que le había pedido «dos pasos adelante». Fue el último de los triples del serbio el que pareció dejar de cara el encuentro para el UCAM después de momentos de igualdad (71-78, minuto 37), pero, jugando los tres últimos minutos sin ningún base en pista, los universitarios se dejaron empatar a 44 segundos del final. Benite tuvo el último tiro, pero el aro escupió el balón para dar cinco minutos extra.

La prórroga no tardaría en ser decantada de lado guipuzcoano gracias al buen hacer de Jordan Swing, que anotando diez de los doce puntos de su equipo en el tiempo extra obligó a un UCAM al que le pesaban más las piernas a entregar la cuchara frente a un rival al que el sábado le tocó descanso, dejando el electrónico en el 92-86 final.