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Benite intenta penetrar con el balón ante la presión de un rival.

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Benite intenta penetrar con el balón ante la presión de un rival. D. Grau / ACBPhoto
Baloncesto | Liga Endesa

El UCAM cumple pero no llega a la Copa

Ni el Iberostar de Katsikaris ni el Baskonia dieron cabida a la sorpresa y la Copa tendrá que esperar un año más para el UCAM

Emilio Sánchez-Bolea

Domingo, 21 de enero 2018, 18:19

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Una ilusión de eterno aplazamiento. Esa es la relación del UCAM Club Baloncesto Murcia con la Copa del Rey, que, otro año más, vuelve a escaparse en el último suspiro. Esta vez, incluso, terminando la primera vuelta por primera vez en la historia con más victorias que derrotas y dentro de los puestos de Copa. Dentro, pero al mismo tiempo fuera. ¿Por qué? Porque el Herbalife Gran Canaria, noveno, es el organizador de esta edición que se celebrará en Las Palmas, reabriendo el debate sobre lo justo o no de que el equipo que alberga el torneo del K.O. entre como clasificado. Una cuestión que esta vez perjudica al UCAM pero que, eso sí, en 1996 le dio su única participación hasta la fecha en una fase final de la Copa del Rey.

Divina Seguros Joventut

Wayns (4), Richard (11), Vidal (7), Gielo (4) y Jordan (9) –quinteto titular- Dimitrijevic (14), Birgander (0), López-Arostegui (3), Kulvietis (4), Nogués, Ventura (6) y Gudul.

62

-

71

UCAM Murcia

Hannah (23), Oleson (8), Rojas (7), Soko (15) y Tumba (4) –quinteto titular- Urtasun (0), Martín, Benite (2), Kloof (2), Olaizola, Delía (8) y Lukovic (2).

  • Parciales: 12-24, 18-14 (30-38), 15-17 (45-55) y 17-16 (62-71).

  • Árbitros: Carlos Peruga, Vicente Bultó y Arnau Padrós. Sin eliminados.

  • Incidencias: Palau Olímpic de Badalona, 4.058 espectadores. 17ª jornada de la Liga Endesa.

Valiera para la Copa o no, el UCAM quería ganar. El equipo de Ibon Navarro no llegaba a la última jornada de la primera vuelta dependiendo de sí mismo y necesitaba el fallo de los demás. El del Iberostar de Fotis Katsikaris, que recibía en su feudo al Estudiantes, o el del Baskonia, también ante su afición y también contra un rival de nivel inferior como es el Betis, un partido que además de en derrota debía terminar con una diferencia que permitiera al UCAM remontar seis puntos en el 'basket-average'. No hubo lugar a las cábalas, pues ni tinerfeños ni vitorianos dieron opción a dos conjuntos a los que mantuvieron a raya durante todo el partido. Como el UCAM al Joventut.

Con ganas de comerse el mundo. Fuera por la Copa, por el 'playoff' de dentro de unos meses o porque simplemente este equipo no sabe jugar si no es dando todo lo que tiene dentro, es así como salía a pista el equipo de Ibon Navarro. A oportunidad grande, jugadores grandes. De carácter y con tablas. Y en tal contexto, con un quinteto que junta a dos de los jugadores más en forma de la ACB como Hannah y Soko, a uno que no falla cuando no hay que fallar como Oleson, y a dos torneros fresadores como Rojas y Tumba, las cosas salen bien. Y así lo indicaba un marcador de 2-8 que provocaba el primer y estéril tiempo muerto de Ocampo, pues el fulgor no paraba hasta cerrar el primer cuarto con 12-24 favorable a un UCAM de mucho brillo en ataque pero también en defensa, con Tumba anulando a Jordan, referencia interior y casi única de la Penya.

Bajada de nivel con las rotaciones

Sin embargo, y una vez comenzada la rueda de rotaciones, el equipo universitario bajaba enteros. Partidos con tanto en juego son los que separan a los hombres de los niños, y hay quien no parecía estar listo, caso de Marko Lukovic, que después de tres errores consecutivos acababa con la paciencia de Ibon Navarro, que parecía perder a Vitor Benite, pues con dos faltas tempraneras y molestias en la espalda no volvería a jugar. Jordan ahora sí encontraba la manera de hacer daño contra un UCAM que no desprotegía su aro, pero lo que aumentaba el nivel ofensivo del Joventut era sin duda la entrada de Neno Dimitrijevic, un base de 18 años con una proyección que asusta y que, en días que le salen bien sus primeras acciones, se crece y mucho. Era así ante un Kloof que tampoco parecía en su mejor día, y teniendo en cuenta el flojo rendimiento de la segunda unidad universitaria y la renovada energía verdinegra, fácil era de explicar el 11-2 con que los locales provocaban el tiempo muerto de Ibon Navarro.

Había jugadores con los que este domingo podía contar y otros con los que no. Con Hannah y Oleson de vuelta a la cancha, llegaban las primeras canastas en juego pasado el ecuador del segundo periodo, y lo hacían de tres en tres para evitar que el susto de la Penya pasara a remontada. Controlando de nuevo el marcador, el 30-38 con que se llegaba al descanso permitía seguir soñando con una Copa para la que había que tirar de aplicaciones móviles. Maldición, tanto Tenerife como Baskonia estaban cumpliendo.

Ganar, pero no por la Copa

Tal vez por ser conocedores de los marcadores de terceros, la vuelta de vestuarios del UCAM daba con errores por falta de concentración, sobre todo defensivos, y Patrick Richard lograba entrar en el encuentro con dos triples casi seguidos, mitigados gracias a que Soko volvía a imponer su músculo ante uno de los equipos más débiles físicamente de la competición. Por Copa o no, solo quedaba ganar. Dos tiros libres de Kloof volvían a poner más de diez puntos de ventaja (40-51, minuto 26) hasta la vuelta al parqué de Dimitrijevic, que daba otra marcha más a los suyos, pero andaba falto de compañía y la ventaja en dobles figuras se mantenía antes de entrar a los últimos diez minutos (45-55).

Diez puntos, diez minutos. Y ante un equipo con tan poca experiencia como el de la Penya, el UCAM estaba a un tiro de gracia de meterse el partido en el bolsillo. Y Hannah es de esos jugadores que cuando huelen la sangre no perdonan, y con seis de los diez primeros puntos de su equipo, además de la asistencia para un tremendo mate de Tumba, el UCAM ponía otra nueva máxima ventaja que daba con tiempo muerto local (50-65, minuto 36).

El triunfo era murciano y eso era incontestable. Y la Copa tampoco estaba al alcance, con Tenerife y Baskonia triturando a Estudiantes y Betis. Eran algo menos de cuatro minutos los que quedaban para terminar, los conocidos como 'de la basura', y con una relajación de la que era abanderado Soko, la Penya cobraba vida, aunque fuera por orgullo y evitar un descalabro ya en puestos de descenso. Tal fue la relajación que Navarro volvió a meter en pista a un Hannah inmisericorde hacia sus ex con otro triple más cuando ya descansaba, y con el Joventut tirando más de corazón que de recursos (4/26 en triples para el quinto equipo que más tira desde fuera en la Liga Endesa), la diferencia quedaría por debajo de los diez puntos (62-71).

Victoria que hace que se cuenten por más los finales felices que los amargos por primera vez en la historia del club, que planta los dos pies en posiciones de 'layoff' pero no de Copa, y un UCAM que cierra la primera vuelta a las puertas de su objetivo pero con las mejores sensaciones de la temporada.

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