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EMILIO SÁNCHEZ-BOLEA
Murcia
Miércoles, 10 de enero 2018, 20:23
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Era el partido más importante de la temporada en la Champions League para el UCAM Murcia. Y el día que no había que fallar, no se falló. Se llegó a disponer de una máxima renta de 18 puntos mediado el tercer cuarto, hubo peligro de que se colara por el desagüe pero la avería fue reparada a tiempo, sobre todo gracias a la aportación de un Clevin Hannah que sigue en un estado de juego superlativo, anotando 21 puntos y marchándose hasta los 27 de valoración tres días después de batir su récord de puntos en la Liga Endesa el domingo (25).
Pero sería injusto hablar únicamente de Hannah, encargado de ajusticiar a un Dinamo Sassari que renunció a la rendición incluso cuando el UCAM volvió a abrir brecha desde el tiro libre, uno de los factores más decisivos hoy (33/38), pues el mermado Rojas firmó un espectacular doble-doble (12 puntos y 11 rebotes), Soko sigue disfrazado de martillo pilón, Oleson fue certero con sus canastas cuando más falta hacían y Delía hizo olvidar sus últimos grises partidos con 14 puntos. El encuentro más importante dejó para la estadística muchos nombres destacados, y ese paso al frente de todo su plantel es de lo que más puede presumir Ibon Navarro.
Dinamo Sassari
Hatcher (10), Bamforth (18), Pierre (14), Polonara (6) y Jones (9) –quinteto titular- Spissu (5), Casula, Planinic (7), Devecchi (2), Randolph (5), Picarelli y Tavernari (12).
88
-
94
UCAM Murcia
Hannah (21), Kloof (2), Rojas (12), Soko (16) y Delía (14) –quinteto titular- Mutic, Urtasun (0), Martín (0), Martínez, Oleson (19), Olaizola (0) y Lukovic (10).
Parciales: 19-17, 19-25 (38-42), 18-25 (56-67) y 32-27 (88-94).
Árbitros: Tomas Jasevicius, Ventsislav Velikov y Petar Obradovic.
Incidencias: Palaserradimigni de Sassari, 2.983 espectadores. 10ª jornada del grupo A de la Champions League.
Sobre todo, porque fue el Sassari quien empezó dando primero. El paso de gigante dado por el UCAM habría sido de ellos de haber ganado, pues empatarían a victorias con un equipo murciano que marca el corte de clasificados al 'top 16', pero que contaría con el triunfo extra del desempate que le da haber ganado en Murcia. Un 7-0 de salida contra un UCAM espeso en ataque y que Oleson, que había salido desde el banquillo en una extraña apuesta de Navarro por juntar a sus dos bases de inicio, deshacía con dos triples consecutivos, a partir de los cuales el UCAM ganó en soltura con jugadores también con la necesaria personalidad como para declarar anarquía ofensiva ante la dictadura de la pizarra, caso de Marko Lukovic, aunque los dos primeros triples de un destacado Tavernari cerraban el primer cuarto en favor local (19-17).
La aportación de los pívots en ataque es uno de los temas más sujetos a debate esta temporada, y con Tumba en Murcia curándose de su gripe, Delía estaba muy en el punto de mira tras varios partidos en los que había bajado sus prestaciones. Con Rojas ayudando y mucho en el rebote –tremendo mérito con su maltrecho hombro-, era el momento de dar un paso al frente, y con ocho puntos en el segundo cuarto no solo se lamía heridas sino que además daba al equipo una dimensión mucho mayor, dándole el peligro interior del que carecía.
Un segundo cuarto muy atractivo para el aficionado, pues habría hasta tres empates en un marcador que bailaba en alternancias, pero que gracias al déficit director local con la baja de Stipcevic y al 12/13 en tiros libres murciano, el tanteo al descanso era mayor en la casilla visitante (38-42).
No se cuentan, puede que ni por uno, los partidos tranquilos del UCAM esta temporada. El de hoy en Italia lo pareció por momentos, pues al poco de empezar el tercer cuarto el equipo murciano endosaría un tremendo parcial de 1-18 a su rival en el que se sucedían las máximas ventajas, contándose de tres en tres muchas de sus canastas, incluidos triples 'falsos' como los tres tiros libres de Hannah, o algunos que demostraban confianza como uno de Lukovic con su defensor encima. El acierto desde fuera, gracias en parte a lo que parecía una mala imitación de defensa zonal, y la contundencia desde dentro, con Delía otra vez haciendo daño, ponía una máxima de 44-62 a trece minutos del final del partido.
Sería el joven Spissu quien anotara un triple tras bote después de seis minutos del Sassari sin canasta en juego, y aunque parecía que quedaría como anécdota, pronto se convertiría en acicate, pues otro posterior de Randolph hacía de la reacción una realidad, y de la relajación un problema cuando el UCAM perdía dos balones seguidos sin llegar a completar un primer pase.
El tercer cuarto se acababa con canasta de Lukovic en palmeo, pero había un equipo que iba a más y otro a menos, y extrañamente no era el que hacía un pestañeo iba ganado por casi veinte puntos. Tres triples seguidos para abrir el último cuarto, dos de un Tavernari que recibía demasiado liberado, habían hecho que se pasara del 44-62 al 64-67 en cinco minutos. Un colosal parcial de 20-5 en el que ahora se echaba en falta, incluso más que la defensa, el ataque, pues los de Ibon Navarro no anotaban ni una canasta por minuto en este crítico tramo.
Empezó la temporada por debajo de lo esperado y antes de llegar al ecuador de la temporada está por encima de lo que pronosticaban las más optimistas previsiones. Con Kloof perdido en la cancha, Hannah saldría a reconducir la situación, primero desde el tiro libre, donde el UCAM sumó 19 puntos más que su rival, que por alguna rara razón decidía hacer faltas fuera de acciones de tiro estando en bonus a jugadores de alto porcentaje, destacando negativamente tres seguidas de un Tavernari que se iba al banco después de haber dado muchos problemas, y después con cuchilladas desde el triple.
Dos precisas y directas al corazón que llegaban después de que Delía firmara una secuencia clave para frenar al Sassari, anotando una canasta en palmeo que llegaba después de que el UCAM coqueteara con el campo atrás y agotara su posesión, y después con un tapón que daba con balón perdido italiano y un contraataque 'futbolero' con pase al hueco de Hannah para Soko (71-79, minuto 38).
Con menos de dos minutos por jugar, Bamforth sería especialmente quien más tirara de orgullo ante una grada que cargaba contra la endeblez de los suyos, pero sería entonces cuando Hannah encestara dos triples de mucha personalidad para matar el partido, el segundo de ellos en posesión extra por una antideportiva (78-86, 48 segundos).
El Sassari jugaría a parar el reloj mediante la falta para buscar el 'basket-average' que le favoreciera en caso de empate, ya con la victoria en el zurrón universitario, pero sería en balde, pues el UCAM acertó sus ocho últimos intentos.
Con su victoria, el UCAM no solo saca dos de ventaja con su rival de hoy, fuera del 'top 16' ahora mismo como inmediato perseguidor, sino que empata al tercer clasificado, el Pinar Karsiyaka, y se pone a uno del segundo, el EWE alemán, siguiente rival. Un triunfo de enorme importancia para mirar más hacia arriba que hacia la quema.
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