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El Toyota TS050 de Alonso, durante la clasificación de las 24 horas de Le Mans. Jean-François Monier (Afp)
Alonso, Buemi y Nakajima, a por la victoria desde la pole
24 horas de Le Mans

Alonso, Buemi y Nakajima, a por la victoria desde la pole

Kazuki Nakajima fue el más rápido de las tres clasificaciones y le dio al Toyota 8 la pole de las 24 horas de Le Mans con un tiempo aún mejor de lo previsto

david sánchez de castro

Le Mans (Francia)

Viernes, 15 de junio 2018, 00:24

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En muy pocas carreras es tan irrelevante una pole como en las 24 horas de Le Mans. «Probablemente, la clasificación menos importante de mi vida», decía Fernando Alonso antes de subirse al Toyota TS050 a los medios allí desplazados. Serio y tenso, como siempre que está en 'modo victoria' (y en Le Mans lo está), respondió a la prensa con la confianza de quien se sabe favorito y que empieza a estar un poco cansado de verse tan preguntado y tan centro del mundo.

No es su culpa, o quizá sí, que los medios más importantes de España hayan viajado para ver la que parece que va a ser una gesta memorable para el deporte español. Aunque los más veteranos saben que las 24 horas de Le Mans no se deciden, ni mucho menos, en la clasificación, todos apuntan a los dos Toyota como los grandes favoritos para la victoria. La sensación de que sólo pueden perderla ellos mismos está presente en el ambiente, pero también lo está que son sobradamente superiores al resto.

En la primera clasificación del miércoles, los Toyota ya mostraron una notable superioridad, como no podía ser de otra manera, frente a los LMP1 privados. Kazuki Nakajima sólo necesitó su primera vuelta para marcar un 3:17.2 suficiente como para poner al Toyota 8 al frente de los tiempos antes de que sus compañeros Buemi y Alonso hicieran sus tandas al volante del TS050.

Con el otro Toyota a poco más de una décima, los más de dos segundos que le endosaron al BR1 del SMP Racing número 17 de Sarrazin, Orudhzev e Isaakyan dejaron bien claro que mucho tenían que cambiar las cosas el jueves para que no se fueran a dormir con una nueva pole (esta vez sin récord, que lograron en 2017) para el arranque el sábado de las 24 horas de Le Mans.

La doble sesión clasificatoria del jueves comenzó con más problemas de los previstos. Los que no rodaron en condiciones competitivas el día anterior tenían mucha prisa por conseguir una vuelta buena antes de la tercera sesión, en la que muchos temían que las temperaturas más frías les fuera en contra. Eso provocó los primeros errores en pista. El Toyota 7, con Mike Conway al volante, probó dos veces las escapatorias, primero tras salirse antes del puente Dunlop y después un poco más adelante, en la zona de Indianápolis. La salida de pista del Signatech Alpine 36 dejó mucha suciedad en el asfalto, lo que obligó a poner la zona con bandera amarilla de 'slow zone' para evitar accidentes mientras barrían la zona.

Sin embargo, dicha primera parte de la jornada finalizó antes de tiempo debido a un accidente razonablemente serio del Dallara 47 del ex piloto de F1 Felipe Nasr, Roberto Lacorte y Giorgio Sernagiotto. Fue este último el que, en la primera chicane de la recta de Mulsanne se estrelló, destrozando su LMP2 y obligando a la cancelación de la sesión a falta de media hora. Eso hizo que la siguiente tanda se adelantara media hora, lo que a la postre fue fundamental por las condiciones de la pista en el arranque. El Toyota 8 salvó esta primera sesión manteniéndose con la pole gracias al crono del día anterior.

Alonso, la guinda para la pole

Con media hora más de regalo, por el retraso de antes, los 60 coches competidores, excepto el dañado por Sernagiotto, solventaron la última clasificación en la primera parte de la disputa de la tanda. El primero en dar un golpe en la mesa fue el propio Kazuki Nakajima. El japonés reventó el cronómetro cuando bajó su propio tiempo del día anterior hasta colocarlo en un impensable 3:15.377. Para poner en perspectiva la vuelta del nipón, la mejor vuelta del otro Toyota fue de 3:17.523.

Conforme avanzó la noche, a poco más de una hora para el final de la jornada clasificatoria, empezó a chispear. En las renovadas curvas Porsche, varios pilotos tuvieron algún susto que forzó a Eduardo Freitas, director de carrera del Mundial de Resistencia, a declarar la sesión en mojado. Eso permitió salir a Fernando Alonso sin ninguna presión, ya que los tiempos no mejoraron y el asturiano estaba inédito hasta el momento. Los momentos bajo bandera amarilla fueron retrasando el momento de la puesta en escena del asturiano, que cerró la tanda de trabajo para Toyota apenas 10 vueltas. El doblete del equipo japonés saldrá por delante de la dupla de Rebellion, los únicos que, aunque su ritmo es netamente inferior, parecen estar en condiciones de pelear por arrebañar cualquier error de los nipones.

Los otros dos españoles, Antonio García y Miguel Molina, partirán juntos, pero lejos de las posiciones punteras de los GTEPro, donde los Porsche (celebran su 70º aniversario y la sospecha de favoritismo por parte de la organización está presente) han dominado con puño de hierro. García, Magnussen y Rockenfeller saldrán con el Corvette 63 en 9ª posición, mientras que Molina, Bird y Rigon harán lo propio con el Ferrari 71, justo detrás, 10º, en la clase GTEPro; 40º y 41º en la parrilla absoluta.

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