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Marcelo, en una acción ante Roncaglia. Miguel Vidal (Reuters)
Marcelo, en el ojo del huracán
Real Madrid

Marcelo, en el ojo del huracán

Su mal momento y falta de autocrítica como segundo capitán encrespa a la afición, que tampoco ve a Theo como solución al agujero del lateral izquierdo

Óscar Bellot

Madrid

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Lunes, 8 de enero 2018, 16:41

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El Real Madrid se desangra por el costado izquierdo. Marcelo volvió a quedar señalado por su falta de rigor defensivo en el empate cosechado por el Real Madrid en Balaídos. El primer tanto del Celta retrató la ausencia de disciplina del brasileño a la hora de cerrar su carril, dejándole a Wass vía libre para que el danés culminase con una sedosa vaselina la jugada que había comenzado con Jonny aprovechando una falta de entendimiento entre Modric y Achraf para robar el balón y entregárselo a Aspas, que al primer toque dejó sólo al ‘18’ vigués. Tuvo tiempo de sobra para divisar a Keylor Navas y pensar la mejor manera de rebasar al costarricense, haciendo inútil el postrero esfuerzo del ‘12’ por recuperar los quince metros de ventaja con que había partido su contrincante. El mismo futbolista que trotaba el pasado 23 de diciembre mientras Rakitic abría para que Sergi Roberto pasase libre de marca a Luis Suárez en la jugada con la que el Barça abrió la lata en el último clásico.

El lateral fue también responsable a su pesar del gol de Maxi Gómez que puso las tablas, con una ‘frivolité’ en forma de ruleta en el mediocampo que permitió al Tucu Hernández lanzar el ataque que asestó la puñalada definitiva al vigente campeón.

En su undécimo aniversario como madridista, Marcelo ofreció su enésima actuación deslucida de la temporada, personificando uno de los pecados que han condenado a su equipo en la Liga, el descuido en el manejo de la pelota. «No estuvimos bien en la salida del balón, cometimos muchos errores que no suelen ser un problema para nosotros y hoy lo ha sido», subrayó Zinedine Zidane a la conclusión del choque. Ningún otro defensa blanco acumula tantas pérdidas como Marcelo, 357.

El técnico aludió también a la «falta de regularidad» de sus futbolistas como una de las causas que han llevado a la escuadra de Chamartín a exhibir sus peores números a estas alturas de campaña desde el último curso de José Mourinho. La comparativa respecto a la temporada precedente resulta deshonrosa para casi todos los integrantes del plantel, pero es especialmente sonrojante en el caso de Marcelo, que sólo ha repartido una asistencia en lo que va de Liga, frente a las tres que acumulaba hace doce meses, un año en el que se convirtió en una de las principales amenazas del cuadro de Zidane al concluir el campeonato con nueve pases de gol y once en el cómputo de todas las competiciones.

«Es una de las peores situaciones que he vivido», reconoció Marcelo tras el empate con el Celta, aunque su comentario se refería a los 16 puntos de desventaja frente al Barça y no a su desenvolvimiento. «El fútbol es así, cuando lo haces bien te ponen arriba y cuando lo haces mal, al revés», se limitó a responder cuando se le interpeló por la ruleta que desembocó en la segunda diana del conjunto gallego. Sin autocrítica del brasileño, que sí resaltó que siempre da «la cara». «Estamos haciendo lo que podemos, intentando hacer un buen fútbol, hacer goles, pero no sale», prosiguió el lateral, portavoz en su condición de segundo capitán de un equipo cuya falta de admisión de los problemas que le aquejan empieza a encrespar a su afición.

Theo tampoco responde

A la paupérrima aportación de Marcelo, futbolista que nunca se ha caracterizado por sus virtudes defensivas pero que ha agravado su indolencia este año y que tampoco está desbordando arriba como acostumbraba, se suma la desorientación de Theo, que llegó con la misión de apretar al brasileño tras años sin competencia en su puesto y que es una sombra del que se vio en el Alavés.

Con el PSG aguardando en octavos de la Liga de Campeones, a Zidane le quedan cinco semanas para hallar una solución para la banda por la que incursionarán Dani Alves y Mbappé. Recuperar la mejor versión de Marcelo se antoja capital para salir victorioso de ese choque de colosos.

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