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Paco Ureña da la vuelta el ruedo a hombros tras cortar una oreja a su segundo toro. EFE
Un gran Ureña corta dos orejas en Zaragoza y sale a hombros

Un gran Ureña corta dos orejas en Zaragoza y sale a hombros

El de Lorca triunfa con un toreo caro y valor el día grande de la Feria del Pilar

FRANCISCO OJADOS

Jueves, 12 de octubre 2017, 21:19

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Zaragoza celebraba su día grande, el de la Hispanidad, y en su plaza de toros hacían el paseíllo Curro Díaz, El Fandi y Paco Ureña, para enfrentarse a los toros de una ganadería con prestigio en esta plaza de primera, como es la de Antonio Bañuelos. Tuvo memoria la afición maña que obligó a saludar a Curro Díaz tras el paseíllo, por su triunfo con cornada en la feria de San Jorge. Ovación que compartió con los compañeros de terna.

La tarde

Plaza de toros de Zaragoza. Corrida de toros. Feria del Pilar. Sexto festejo de abono. Tres cuartos de entrada.

Cinco toros de Antonio Bañuelos, de excelente presentación y juego desigual, y un sobrero de La Palmosilla (lidiado en primer lugar)

Curro Díaz, de grana y oro, ovación con saludos y silencio.

El Fandi, de marino y oro, silencio y

Paco Ureña, de verde y oro, oreja y oreja

Sin embargo fue la tarde de Ureña. Cortó la primera oreja de la tarde Paco al tercero del festejo, un toro de Bañuelos que no se dejó torear de salida pero que tras pasar por las manos del piquero Pedro Iturralde, quedó medido para la muleta. Paco Ureña, tras brindar a los compañeros heridos, demostró a la afición maña lo que es valor para torear. Dio distancia en los principios de faena, donde ligó las primeras tandas diestras, toreando muy por abajo. Con absoluta verdad citó para torear después al natural, aguantando con hombría las miradas y parones del astado, pasando los pitones muy cerca de la taleguilla en cada natural, para rematar las series con largos pases de pecho. El final, metido en los terrenos del toro fueron, fue de toro bravo. Como la rúbrica fue un estoconazo que tiró patas arriba al de Bañuelos, tuvo premio.

El sexto fue un cornúpeta de 611 Kg. Enorme fue 'Señorón', este toro de la jota. Lo toreó bien a la verónica el lorquino, pero lo mejor de la actuación de Ureña vendría después de brindar desde los medios de la plaza. Rompió el toro en un comienzo en el que el de Lorca lo hizo ir hacia delante y en una faena casi toda a derechas, el pitón bueno del toro, salpicada por una tanda al natural, toreó de forma exquisita, por abajo, llevando la embestida del burel mas allá de lo imaginable, como el los pases de pecho. Puso broche con unos artísticos ayudados por alto, y se tiró a matar o morir, recibiendo un pitonazo en el pecho. Tardó el toro en doblar y el premio quedó en una oreja, pero la vuelta al ruedo en hombros entre gritos de ¡torero, torero! Debió saberle a gloria.

El primero de Bañuelos fue devuelto a los corrales al partirse un pitón. En su lugar saltó al ruedo el sobrero, de La Palmosilla, noble en la muleta pero al que le faltaron finales. Curro Díaz lo hizo todo a favor del toro en una faena con buen tono que culminó con una estocada fulminante. Fue el cuarto un castaño astifino, con trapío, y manso. Tres naturales de bella factura de Curro Díaz fue lo que aguantó el de Bañuelos antes de refugiarse junto a la puerta de chiqueros.

El Fandi le formó un lío con el capote al segundo, al que saludó con tres largas cambiadas y temple a la verónica. Banderilleó con solvencia y prometía la faena pero el toro se rajó. Volvió a recibir al quinto con la larga cambiada de rodillas y colocó banderillas con alegría, pero en la faena de muleta no logró acoplarse con un oponente que siempre embistió con la cara alt

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