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Martes, 19 de septiembre 2017, 04:37
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Podría decirse que el patio interior de la casa de sus padres, en Los Urrutias, encierra cuanto significa el Mar Menor para Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia, que ayer inauguró en el Museo de la UMU su primera exposición de pintura. Esa estancia, modesta y familiar, está reflejada en uno de los once cuadros pintados al óleo sobre tabla que cuelgan en el pabellón número cuatro del antiguo Cuartel de Artillería. Pero esa es la única referencia a la maltratada laguna en esta muestra, que supone un giro inesperado en la trayectoria profesional de este investigador, que ha dedicado casi toda su carrera a estudiar un humedal que atraviesa (¡y lo que le queda!) una grave crisis ecológica.
«Es difícil pintar el Mar Menor sin caer en lo cursi», se excusa Pérez Ruzafa (Murcia, 1958). El resto de las obras son paisajes, o recuerdos de ellos, que recogen momentos fugaces, captados al vuelo: en Lituania (donde vivió un año, durante una estancia profesional), en Canarias o viajando en un tren. «Lugares efímeros que en un momento de tu vida te han prestado unas emociones. Captados a veces en fotos que sabes que algún día se convertirán en un cuadro. Cada pintura tiene una historia y un sentimiento detrás», resume.
Qué 'Ciento cuarenta y seis mil seiscientos cincuenta cm2'. Óleos sobre tabla de Ángel Pérez Ruzafa.
Dónde y cuándo Sala pequeña del Museo de la Universidad de Murcia (antiguo Cuartel de Artillería. Pabellón nº 4. Calle Cartagena, s/n. Murcia). Hasta el 13 de octubre.
¿De dónde sale el Ángel Pérez Ruzafa pintor? De una vocación temprana y una formación tardía. El responsable del grupo de investigación Ecología y Ordenación de Ecosistemas Marinos Costeros de la UMU y portavoz del Comité de Asesoramiento Científico para la recuperación del Mar Menor decidió licenciarse en Bellas Artes después de una etapa «frenética» como vicerrector de Extensión Universitaria y Relaciones Internacionales (1998-2002). «Antes de matricularme ya pintaba, sobre todo acuarelas, pero como autodidacta me planteaba si lo que hacía era o no válido».
Así que el profesor, ya entonces un docente veterano y respetado, volvió a las aulas como alumno y sumó el carboncillo, el caballete y los pinceles a las botellas de aire comprimido y las pipetas. «Me siento científico y artista a partes iguales», asegura. «He reflexionado mucho en lo que tienen en común el arte y la ciencia. La ciencia detecta y genera patrones en un mundo caótico, pero las grandes verdades no entran por la razón, sino por el sentimiento. El arte te abre la mente y te hace ver las cosas de otra manera, aunque las racionalices después».
El título de la exposición, 'Ciento cuarenta y seis mil seiscientos cincuenta cm2',alude a la superficie que suman los once cuadros expuestos, sobre los que advierte con modestia que «no hay que esperar grandes cosas».
¿Empieza algo nuevo con esta exposición? «Nada y todo; sé que supone iniciar un camino que tiene un recorrido muy corto porque a estas alturas... Tengo poco tiempo y ninguna pretensión de iniciar una carrera artística, pero si no hubiera dado este paso me habría quedado un poco frustrado», reconoce el catedrático de la Universidad de Murcia, que acostumbra a pintar encerrado en el estudio de su casa de La Alberca.
- Pero habrá pintado el Mar Menor, ¿no?
- Bueno, en alguna ocasión.
- ¿Veremos esos cuadros en otra exposición?
- Quizá en el futuro.
Así que no busquen el Mar Menor en esta exposición, aunque para Ángel Pérez Ruzafa está entero dentro de ese cuadro que regaló a una de sus hijas con motivo de su boda: «Para mí está en ese patio. Siempre será el lugar de retorno, el sitio que me ancla».
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