Historias de vivos y difuntos: 'Pedro Páramo'
JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BOIXO
Lunes, 15 de mayo 2017, 23:03
Es difícil encontrar, en el marco de la novelística hispanoamericana, una obra que haya suscitado tal cascada de elogios y una veneración semejante. La belleza de su estilo, su profundidad temática, la novedosa técnica narrativa, deslumbraron a los más grandes escritores que no escatimaron sus alabanzas. Sirva de ejemplo el testimonio de Gabriel García Márquez: «Aquella noche no pude dormir mientras no terminé la segunda lectura. Nunca, desde la noche tremenda en que leí la 'Metamorfosis' de Kafka, en una lúgubre pensión de estudiantes de Bogotá -casi diez años antes-, había sufrido una conmoción semejante... El resto de aquel año no pude leer a ningún otro autor, porque todos me parecían menores». 'Pedro Páramo', la novela que Juan Rulfo publicó en 1955, definió en gran medida el nuevo camino que adoptaría la narrativa mexicana e hispanoamericana. Su compleja estructura narrativa y la superación de los tópicos temáticos anunciaban el advenimiento de lo que poco tiempo después se denominó «nueva narrativa hispanoamericana» o «narrativa del 'boom'». El mundo fantasmal que la novela presentaba ponía a prueba los criterios racionalistas del lector, que se veía obligado a aceptar una realidad en la que la vida y la muerte no estaban separadas por la estricta frontera que nos permite ahuyentar nuestros temores ante lo desconocido. En consecuencia, Rulfo necesitó utilizar una estructura no tradicional -la novela no tiene capítulos, sino «fragmentos», 69 en total- que le permitiese combinar historias de vivos y difuntos, la narración de sucesos sometidos a la temporalidad de la realidad y la invención de un mundo que sigue «vivo» después de la muerte.
'Pedro Páramo' tiene un intenso carácter simbólico. Sus personajes aspiran a ver realizadas sus respectivas «ilusiones»: Juan Preciado, conocer sus orígenes; Dolores, recuperar su paraíso perdido; Susana San Juan, hacer realidad un amor idealizado; Pedro Páramo, poseerlo todo para poder conseguir el amor de Susana. Ninguno de ellos logrará su propósito. Víctimas y verdugos coincidirán en su condena a una soledad que traspasa la frontera de la muerte.
Con esta novela, Rulfo superaba los cauces realistas y tradicionales de la novelística anterior e inauguraba la nueva narrativa mexicana, agotada la veta de la narrativa de la Revolución mexicana. En palabras de Carlos Fuentes, Rulfo cerraba con llave de oro tal periodo. 'Pedro Páramo' se convertiría en modelo para la nueva generación de narradores hispanoamericanos que comenzaban ya a consolidar una de las épocas de mayor brillantez de la literatura hispanoamericana.