Secciones
Servicios
Destacamos
L. I.
Viernes, 17 de junio 2016, 08:31
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El dueño de la escena. Eso era Shakespeare. Fue actor, cuando ese oficio 'de mal vivir' ni siquiera estaba regulado en Inglaterra. Dominó el verso y la rima. Escribió poesía, comedia y drama. Reflejó con hondura el alma humana y sus abismos. Sintió y contó la venganza de Hamlet, los celos de Otelo y la sed de poder de Macbeth. Sedujo con personajes a los que nunca juzgó. Le llamaban 'El Conquistador'. Y lo era. Hubo muchas mujeres en su vida. Como Elizabeth Vernon, Penélope Rich y la mesonera con quien recalaba de camino a su casa de Stratford, donde le esperaba su esposa.
Cervantes era hombre de certezas. Un católico ferviente en la España de Felipe II. Un imperialista confeso que lamentó no haber luchado contra los moriscos en Las Alpujarras. Se enorgulleció de quedar lisiado en la batalla de Lepanto, porque su manquedad no se debía «a líos de taberna», sino «a la más alta ocasión que vieron los siglos». Fue un vidrioso funcionario real de abastos e impuestos, acusado y encarcelado por malversar dinero público. Fue poeta, dramaturgo y novelista. Envidiaba, criticaba y admiraba a Lope de Vega, cuyo teatro no pudo superar.
Son dos genios diametralmente opuestos, con un nexo común: las especulaciones sobre sus vidas. A Cervantes le achacan regresar vivo de Argel por compartir bisexualidad con su captor, el rey Hasán Bajá, que le perdonó sus intentos de fuga. La misma sexualidad adjudican a Shakespeare por escribir «mi amado» en el soneto dedicado a W. H. Las iniciales podrían corresponder a su colaborador y presunto amante, Henry Wriothesley, conde de Southhampton, o, alterando el orden, a William Herbert, conde de Pembroke, que formaría un triángulo amoroso con el escritor y la cortesana Mary Fitton, la 'dama oscura' del verso.
El triunfo es su otro vínculo. Shakespeare es el dramaturgo por excelencia, la esencia del teatro. Fue un autor mundano, reconocido, admirado, aplaudido y rico. Era de buena familia y tuvo un cómodo camino. El de Cervantes fue tortuoso, con guerra, prisión, olvido y pobreza. Pero alcanzó la gloria igualmente. Al 'manco de Lepanto', como lo llaman, se le considera el mejor novelista de la Historia. Y puede que diese el otro brazo por comprobar cómo, con el tiempo, superó a Lope de Vega.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.