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Retrato de Miguel de Cervantes, por Eduardo Balaca.
Un soldado católico enamorado de las tablas

Un soldado católico enamorado de las tablas

A pesar de sus méritos militares, no medró en la corte de Felipe II. Quiso brillar como poeta y dramaturgo, y tampoco pudo. Miguel de Cervantes y Saavedra (Alcalá de Henarés, 1547-Madrid, 1616) se conformó con ocupar un puesto administrativo y asumió que Lope de Vega era «un monstruo de la Naturaleza» con «comedias propias, felices y bien razonadas». Lo admiraba, aunque le llamase «español estropeado» por su brazo tullido. Se descubría ante el feroz humor de Quevedo y la genialidad de Góngora para el romance.

LUISA IDOATE

Viernes, 17 de junio 2016, 08:31

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Aunque es autor de la novela más leída y editada de la Historia, Cervantes murió pobre y ninguneado, sin cumplir el sueño de triunfar como dramaturgo

A pesar de sus méritos militares, no medró en la corte de Felipe II. Quiso brillar como poeta y dramaturgo, y tampoco pudo. Miguel de Cervantes y Saavedra (Alcalá de Henarés, 1547-Madrid, 1616) se conformó con ocupar un puesto administrativo y asumió que Lope de Vega era «un monstruo de la Naturaleza» con «comedias propias, felices y bien razonadas». Lo admiraba, aunque le llamase «español estropeado» por su brazo tullido. Se descubría ante el feroz humor de Quevedo y la genialidad de Góngora para el romance. Pero reivindicaba sin fisuras ser «el primero que ha novelado en lengua castellana», sin traducir ni copiar a otros. «Mi ingenio las engendró y las parió mi pluma», dijo. Publicó la novela más editada y leída de la Historia: el 'Quijote'.

Se forma en Madrid, con Juan López de Hoyos. Con veintidós años, huye a Italia y evita «ser preso» por herir a Antonio Sigura en un duelo. Se enrola en la armada española y, en 1571, combate a los turcos en Lepanto. Lo hace en la galera 'Marquesa'. Está enfermo, «con calentura». Su capitán le ordena ponerse a cubierto. Desobedece. Lucha hasta que dos arcabuzazos le alcanzan el pecho y un tercero le corta el nervio del brazo izquierdo; la mano le queda anquilosada, no amputada.

Mejor «muerto en la batalla» que «libre en la fuga», defendía. Pero trató de huir cuatro veces de los baños de Argel, donde lo encerró el corsario Arnaut Mamí tras apresarlo en 1575 junto a la Costa Brava, al volver del frente. Fracasa en sus intentos. Para entonces es propiedad del rey Hasán Bajá, al que ha sido vendido por 500 escudos. Cuando lo van a enviar a Constantinopla, los Trinitarios y su familia pagan el rescate: 500 ducados. Acaban cinco años de un encierro donde, según Diego de Haedo, hubo «crueldades inimaginables». El autor lo describe en 'El trato de Argel' y lo recuerda hasta la muerte.

Ya en casa, quiere rentabilizar su empuje en el combate. Recaba informes de su valentía. «Peleó muy bien» y «cumplió con lo que debía», avala el duque de Sessa. Acaricia por ello un cargo en la Corte, el Ejército o las Indias. «Busque por acá en que se le haga merced», le aconsejan. En 1587, Felipe II le nombra comisario de abastos en Andalucía. Ya ha publicado 'La Galatea' y lleva tres años casado con Catalina Salazar y Palacios, a la que deja en su pueblo natal, Esquivias (Toledo), mientras trabaja en Sevilla. Allí sigue en 1594, cuando el Rey lo reconvierte en cobrador de morosos. Luego lo encarcela porque le adeuda dinero, y lo libera cuando paga. En esos años escribe sin descanso ni reconocimiento; inicia las 'Novelas ejemplares' que lo consagran como autor de culto en 1612.

Cervantes y su mujer no tienen hijos y no está claro que mantengan una relación. De recién casado, él tiene una niña con Ana de Villafranca, mujer del tabernero Alonso Rodríguez; la llama Isabel Saavedra. Algunos creen que se divorció, lo que otros relacionan con su rumoreada bisexualidad. Nada está demostrado, salvo que su esposa tomó los votos de la Orden Tercera de San Francisco a los 45 años y le legó en el testamento su ajuar «por el mucho amor y buena compañía que ambos hemos tenido».

En 1605, instalado en Valladolid al igual que la Corte, publica el 'Quijote', con un tono cínico, irónico y socarrón. Ridiculiza en el prólogo a Lope de Vega. Se sospecha que éste o uno de sus seguidores se venga escribiendo la continuación de la historia, con el seudónimo de Avellaneda. En 1606 Cervantes vuelve a Madrid, siguiendo a la Corte, y vive de contabilidades y textos de encargo. Termina la segunda parte de la novela en 1615. El 2 de abril del siguiente año profesa franciscano. Muere el 22. Dicen que desilusionado y escarmentado. Quizá. Pero habiendo destronado a Lope de Vega: junto a 70 volúmenes de cinco de sus obras, en 1605 se exportan a las Indias 500 'quijotes'.

Despedida.

Dos días a la sombra.

Nacimiento de Cervantes.

Regreso a Madrid.

Una auténtica tragedia.

Pago del rescate.

Vuelve a escribir.

Nace el 'Quijote'.

Misión 'secreta'.

Viuda repentina.

Muerte del padre.

Infancia.

¿Leyó Shakespeare a Cervantes?

El falso manco de Lepanto.

Con la Iglesia hemos topado.

Hamnet y Judith.

Distintos días para una misma fecha.

Nacimiento de Shakespeare.

«Soldado aventajado».

Boda ¿católica?

Ascenso real.

'La Galatea'.

Un escenario más elevado.

Última salida en busca de fortuna.

Prisionero del moro.

Shakespeare sale a escena.

Rodeado de mujeres.

Ambiente literario.

Empresario teatral.

Defenderse de los infundios.

Venidos a menos.

Sevilla.

Última obra.

«Busque acá en que se le haga merced».

Los años perdidos.

Retiro a Stratford.

Muy realista.

Fallece Leonor de Cortinas.

Primera hija.

Primera recopilación.

Primer intento de fuga.

Ser o no ser.

Primeros poemas.

Su otro gran éxito.

En busca de «necios» que le alaben.

Sin trabajo.

Segunda intentona.

Fallece Catalina de Salazar y Palacios.

Viaje a Roma.

Autor teatral.

Estreno de 'Enrique VI'.

El falso hidalgo.

A la tercera... tampoco.

Hija ilegítima.

El destino del soldado.

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