Borrar
'Ex Tenebris Lux'

'Ex Tenebris Lux'

Con su anterior libro, 'No comparto las razones de la luz', aparecido en 2011, Pedro Alberto Cruz ya nos dejó una buena muestra de su quehacer con versos cocidos a fuego lento, producto de una reflexión profunda en los que, sin embargo, no se echaba en falta el dinamismo, la espontaneidad. 'Cuerpo de un solo día', su nueva entrega, es un hermano mayor de su primer libro. Un producto, si cabe, más maduro y preciso que no deja impasible al lector. No es fácil, una vez que se inicia, detenernos en su lectura. Apetece avanzar sin realizar pausa alguna, inmersos en su mensaje, en su callada música. Pero conviene hacer, de vez en cuando, un alto en el camino para dar paso a la necesaria reflexión. Cada verso es un mundo. A veces, un mundo independiente del resto de versos que componen el poema. Y el poema, una unidad mayor como un océano inabarcable, cuyo horizonte solo es posible intuir. El título hace referencia al tiempo, tema predilecto de los grandes poetas que en mundo han sido, desde Hesíodo hasta Antonio Machado, pasando por el grandísimo Quevedo. Pero junto al tiempo y su inexorable y atropellado caminar, la idea de cuerpo, también presente en el título, nos conduce hacia el yo más profundo, hacia una filosofía de ámbito existencial e introspectiva, camino poco transitado en la poesía del siglo XXI, acaso por incapacidad de sus nuevos escritores, o por la dificultad añadida para componer versos que inviten a un arriesgado viaje alrededor de uno mismo.

JOSÉ BELMONTE

Viernes, 17 de junio 2016, 08:00

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cada verso es un mundo, casi un poema en sí mismo, en esta nueva entrega literaria de Pedro Alberto Cruz

Se nos dice que la felicidad es imposible y se trata de medir la extensión de la soledad que nos acucia. Da la sensación de que el ser humano es un ente atrapado en el cosmos, inoperante, pasivo, al que solo se le permite contemplar el espectáculo de la vida desde su celda, pero sin participar en él. Y en ello reside su mayor fracaso, por encima de la propia muerte. Desde el punto de vista estilístico, Pedro Alberto Cruz crea una certera estrategia con la que demuestra su madurez como escritor, atento, asimismo, a que se consiga el milagro del equilibrio entre una 'trama' sólida, un mensaje de hondo calado, y las palabras precisas que se han de emplear para ello. Dicha estrategia reside, fundamentalmente, en la desnudez juanramoniana de la palabra, en los contrastes. Ese recurso, viejo y nuevo a un tiempo, con el que se traduce, a la perfección, lo que bulle en el interior de los seres humanos. 'Ex Tenebris Lux'. De entre esa oscura luz, a veces, surge el milagro.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios