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No pudo asistir a la cita la secretaria de Lyceum, Stella Moreno Grau, catedrática de Tecnologías del Medio Ambiente de la UPCT y académica de número de la Academia de Farmacia Santa María de España. Edu Botella / AGM
Unidas por y para la ciencia

Unidas por y para la ciencia

Científicas de la Región crean la asociación Lyceum para combatir la desigualdad de género en el mundo de la investigación

MARÍA JOSÉ MORENO

Lunes, 18 de septiembre 2017, 22:17

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Cada dos años, la Unidad de Mujeres y Ciencia de la Secretaría de Estado de I+D+i (SEIDi) del Gobierno de España hace público el informe 'Científicas en Cifras', en el que se recogen las estadísticas e indicadores de la desigualdad de género en la formación y profesión científica en España. El último, de 2015, pone de relieve que en la carrera investigadora se avanza hacia la igualdad de género, pero lentamente. Por tal motivo, la asociación Lyceum, que tiene su sede en el Real Casino de Murcia, se reunió allí con algunas de sus representantes para tratar de averiguar cuáles son las causas de tal hecho y cómo las protagonistas directas de esas diferencias se enfrentan en su día a día a las dificultades que todavía hoy supone ser científica en España.

«Poco ha cambiado desde 1995. Entonces, durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing (China) por la Unesco, se apuntaba a que en veinte años el 'techo de cristal' se rompería y la 'tijera' se cerraría; pero lamentablemente todavía no ha ocurrido», advierte María Trinidad Herrero, presidenta de Lyceum y catedrática de Anatomía Humana de la UMU.

Ese dato fue, precisamente, lo que la llevó a poner en marcha el foro y convencer a colegas de diferentes ámbitos y de diferentes instituciones y centros de investigación de la Región de Murcia. Dice Herrero que «algo pasa cuando, a pesar de las leyes de igualdad, poco o nada cambia. La situación es preocupante y no podíamos quedarnos de brazos cruzados. Máxime cuando el punto de inflexión de la 'tijera' coincide con el periodo entre los 30 y los 35 años de edad de las mujeres, es decir, el momento de la maternidad». Así fue como pensó que era necesario crear un grupo en el que profesionales ya experimentadas pudieran ofrecer su apoyo y consejos a otras que están empezando.

«Es importante potenciar el contacto de investigadoras y chicas a edades tempranas, para que ganen confianza»

La lucha contra los estereotipos debe realizarse desde los centros educativos y las familias

Aunque, según la inmunóloga y catedrática Rocío Álvarez, «también es importante mirar hacia la Administración para que se sensibilice y facilite que la mujer que hace un doctorado pueda continuar su trayectoria en buenas condiciones». «La carrera científica -añade- es vocacional y requiere de mucho esfuerzo para el poco reconocimiento que se recibe por lo que, si se le añaden otros obstáculos, todo se complica».

Asociación Lyceum

  • Ana Luisa Gil Martínez Joven investigadora de Lyceum y estudiante de doctorado en el grupo de investigación de Neurociencia Clínica y Experimental (NiCE) de la Universidad de Murcia. Tras graduarse en Bioquímica por la UMU, se encuentra realizando sus estudios de doctorado como investigadora del grupo de Neurociencia Clínica y Experimental (NiCE). Su carrera investigadora está empezando, por lo que es un ejemplo del futuro que llega.

  • Consuelo Ruiz Montero Tesorera de Lyceum y catedrática de Filología Clásica de la UMU. Doctora en Filología Griega por la Universidad de Salamanca, su principal línea de investigación es la narrativa griega en sus diferentes aspectos, tema sobre el que cuenta con numerosas publicaciones y en el que goza de reconocimiento mundial. Ha realizado estancias de investigación en las universidades de Múnich y de Oxford.

  • Marta Agudo Barriuso Vocal de Lyceum e investigadora del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB). Licenciada en Biología y Farmacia y doctora en Biología Molecular. Investigadora de la FFIS como investigadora principal del grupo de Oftalmología Experimental. Es especialista en estudios de neurodegeneración, neuroprotección y regeneración en el mamífero adulto.

  • Estrella Núñez Delicado Vicepresidenta de Lyceum y vicerrectora de Investigación de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM). Doctora en Bioquímica y Biología Molecular. Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la UCAM y vicerrectora de Investigación de la misma universidad. Sus trabajos científicos son un referente en encapsulación molecular como herramienta para modificar diversas propiedades de compuestos bioactivos. Es académica correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia.

  • María Trinidad Herrero Ezquerro Presidenta de Lyceum y catedrática de Anatomía Humana de la UMU. Doctora en Medicina y Cirugía, es especialista en neurociencia y en enfermedades neurodegenerativas. Directora del Instituto de Investigación en Envejecimiento. Tras alcanzar la cátedra en la Facultad de Medicina y consciente de la importancia de trasmitir al público general lo que se investiga, se licenció en Periodismo y en Publicidad y Relaciones Públicas. Es Académica de Número de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia.

  • Rocío Álvarez López Presidenta de Honor de Lyceum, exjefa del Servicio de Inmunología de La Arrixaca y catedrática extraordinaria de la UCAM. Doctora en Farmacia, fue pionera y la responsable de poner en marcha el servicio de Inmunología del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca hace más de 40 años. Desde entonces y hasta su jubilación (en 2014), ha estado al frente del mismo, situándolo como referente a nivel mundial. Es Académica de Número de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia.

  • Francisca Sevilla Valenzuela Vocal de Lyceum y profesora de investigación del Cebas-CSIC. Doctora en Biología por la Universidad de Granada, se incorporó al CSIC antes de finalizar sus estudios. Ha desarrollado su investigación y carrera científica en esta institución, en la que alcanzó el máximo rango en el año 2004. Es especialista en Fisiología y Biología Vegetal y una de las tres académicas de número de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia, en la que actualmente ostenta el cargo de secretaria general.

  • Celia Martínez Mora Vocal de Lyceum e investigadora del Imida. Doctora en Ingeniería Agronómica por la UPCT, inició su formación científica en el año 2000 en el Imida, donde actualmente es investigadora del equipo de Genética Molecular de Plantas. Fue Mujer Murciana del Año 2006. Entre 2014 y 2016, tras llevar cuatro concejalías en el Ayuntamiento de San Javier, fue directora general de Investigación e Innovación de la Región de Murcia, una faceta que le permitió conocer más de cerca la política científica y su funcionamiento.

  • María Jesús Periago Castón Vocal de Lyceum y catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Murcia. Doctora en Veterinaria y especialista en Nutrición y Bromatología, su labor investigadora se centra en la calidad y funcionalidad de los alimentos de origen vegetal, con especial atención a efectos de carotenoides en la salud humana. Desde 2009, es catedrática y fue la primera mujer veterinaria en lograr obtener esta categoría en la Universidad de Murcia. Es asesora de Aneca y Académica de Número de la Academia de Veterinaria de Murcia.

Y es que, sin distinciones de sexo, ser científico no es sencillo. No basta con finalizar los estudios de doctorado y presentar la tesis, eso solo es el comienzo. Los puestos son escasos y la competencia enorme. Ser científico supone no alcanzar la estabilidad laboral hasta pasados los 40 años (con suerte); implica tener que vivir en el extranjero durante algún tiempo para conocer otros modos de hacer ciencia y propiciar las colaboraciones internacionales (sin seguridad de poder retornar a España); periódicamente se deben publicar artículos científicos en revistas de impacto (las de referencia entre profesionales) como demostración de que el trabajo que realizan está dando resultados; y, además, los que trabajan en universidades u hospitales tienen que compaginarlo todo con horas de docencia o asistencia clínica, dirección de trabajos fin de grado, másteres y tesis doctorales, e incluso diversas actividades de gestión en el ámbito de la universidad.

Con todo este bagaje, el científico se va haciendo un currículo que competirá con los de los demás a la hora de alcanzar puestos de responsabilidad. Así pues, a nadie le extrañará que, si una mujer desea ser madre y tiene la suerte de tener un embarazo sin muchos problemas que le permita trabajar hasta el último día, tras el parto solo estará unos días de baja. Lo de los cuatro meses de baja maternal que disfrutan otras mujeres, las científicas «ni se lo plantean».

Además, no es ningún tabú. Consuelo Ruiz Montero, catedrática de Filología Clásica de la UMU, cuenta que ella retrasó la maternidad porque dio prioridad a su carrera, con los problemas que eso acarrea. Francisca Sevilla, investigadora del Cebas, dice que sus dos hijos nacieron en el mismo periodo en el que ella realizaba su tesis doctoral y a los 21 días de haber dado a luz ya había vuelto al laboratorio. «El tiempo que estás de baja -afirma- es tiempo que no produces y eso queda como un espacio en blanco en el currículo que nunca se recupera. Ese problema los hombres no lo tienen», dice.

En definitiva, parece que el tema de la conciliación de la vida laboral y familiar se postula como el principal hándicap para las científicas. En esa línea, Estrella Núñez, vicerrectora de Investigación de la UCAM, apunta que «se trata de algo cultural, porque se entiende que la mujer es la encargada de cuidar de la familia, y no solo de los hijos, sino también de los padres cuando son mayores, que esa es la segunda parte». María Jesús Periago, catedrática de Nutrición de la UMU, insiste: «La investigación requiere de una dedicación casi exclusiva y, cuando hay familia, todo eso se complica».

No obstante, muchas de las componentes de Lyceum han sido madres y pueden presumir de una carrera brillante, por lo que son un ejemplo de que con esfuerzo se pueden compaginar ambas facetas.

Diversos estudios, por otro lado, han puesto de relevancia que ya durante la infancia y adolescencia, aunque las niñas saquen mejores notas que los chicos, ellas tienen una peor percepción de sí mismas.

A ese respecto, Marta Agudo, investigadora del IMIB, apunta a que «las mujeres son más modestas y más exigentes consigo mismas», mientras que Ana Luisa Gil cree que para evitarlo «es importante potenciar la información y comunicación de científicas hacia chicas en edades tempranas, para que aprendan a ganar confianza desde los inicios de su carrera académica y profesional».

Por otro lado, en los últimos años, el número de mujeres en las aulas universitarias ha aumentado. Por lo general, también a ese nivel, sacan mejores notas que los varones y acaban la carrera, pero en niveles superiores las cifras se invierten, es ahí donde aparece el 'efecto tijera'.

«Eso ocurre porque los hombres potencian a los hombres. Antes era porque consideraban inferior a la mujer y ahora lo hace porque saben que no es así y les da miedo. El gran problema es que las mujeres no se potencian entre ellas», cree Celia Martínez.

Aunque en los últimos años se han adoptado medidas para favorecer las actividades de investigación por parte de las mujeres, Estrella Nuñez y Consuelo Ruiz defienden que «la discriminación positiva nunca es buena», algo que comparten todas las integrantes de Lyceum.

Todas las componentes de Lyceum defienden la idea de que la lucha contra esos estereotipos se debe realizar a través de la concienciación y la educación, tanto en los centros educativos como en las familias, por lo que son barreras que todavía se van a tardar en derribar.

De manera utópica, si de ellas dependiese tomar acciones, creen que sería importante poner en valor la investigación y la ciencia, que los científicos sean valorados y conocidos por la sociedad; que existiese un apoyo institucional para quienes desean ser madres sin que su carrera se vea mermada; o que los hombres también tuvieran que hacer uso de la baja de paternidad, entre otras cosas.

Cambios pendientes

En cuanto al sistema científico y de investigación en España, este grupo de mujeres cree que faltan institutos de investigación y financiación, así como mejorar las condiciones laborales de los profesionales para evitar los contratos precarios y la incertidumbre que actualmente se vive; «aunque eso es independiente del sexo/género», aclaran.

Ahora bien, Francisca Sevilla considera que «movimientos como Lyceum son necesarios para hacer visible la problemática y que se empiecen a tomar medidas». Aunque María Trinidad Herrero insiste en que «esto es solo una vía, pero habría que hacer más. Este foro solamente es una hermandad de mujeres que, de forma natural y en un ambiente distendido, favorece el contacto de científicas de diferentes edades para que las más jóvenes puedan conversar con colegas que han pasado previamente por las mismas situaciones y las han superado, para que vean ejemplos que les ayuden a vencer las dificultades. Pero, para acelerar los avances, haría falta más conciencia, más inversión, cambios de modelos de valores, apoyo institucional, etc.».

Apelan también al importante papel de los medios de comunicación en la labor de difusión de los trabajos científicos, así como de las personas que hay detrás de ellos. «Sería interesante que más mujeres científicas apareciesen como fuente de información y que los periodistas, en general, dedicasen más tiempo a los temas de ciencia&rdquo.

En resumen, lo que ellas plantean es que toda la sociedad se vea involucrada en torno a un sector, el de la ciencia, que no está siendo valorado como merece. Sobre todo si se atiende a que, como apunta la Unesco, «invertir en ciencia, tecnología e innovación es fundamental para el desarrollo económico y el progreso social».

Tras graduarse en Bioquímica por la UMU, se encuentra realizando sus estudios de doctorado como investigadora del grupo de Neurociencia Clínica y Experimental (NiCE). Su carrera investigadora está empezando, por lo que es un ejemplo del futuro que llega.

Doctora en Filología Griega por la Universidad de Salamanca, su principal línea de investigación es la narrativa griega en sus diferentes aspectos, tema sobre el que cuenta con numerosas publicaciones y en el que goza de reconocimiento mundial. Ha realizado estancias de investigación en las universidades de Múnich y de Oxford.

Licenciada en Biología y Farmacia y doctora en Biología Molecular. Investigadora de la FFIS como investigadora principal del grupo de Oftalmología Experimental. Es especialista en estudios de neurodegeneración, neuroprotección y regeneración en el mamífero adulto.

Doctora en Bioquímica y Biología Molecular. Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la UCAM y vicerrectora de Investigación de la misma universidad. Sus trabajos científicos son un referente en encapsulación molecular como herramienta para modificar diversas propiedades de compuestos bioactivos. Es académica correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia.

Doctora en Medicina y Cirugía, es especialista en neurociencia y en enfermedades neurodegenerativas. Directora del Instituto de Investigación en Envejecimiento. Tras alcanzar la cátedra en la Facultad de Medicina y consciente de la importancia de trasmitir al público general lo que se investiga, se licenció en Periodismo y en Publicidad y Relaciones Públicas. Es Académica de Número de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia.

Doctora en Farmacia, fue pionera y la responsable de poner en marcha el servicio de Inmunología del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca hace más de 40 años. Desde entonces y hasta su jubilación (en 2014), ha estado al frente del mismo, situándolo como referente a nivel mundial. Es Académica de Número de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia.

Doctora en Biología por la Universidad de Granada, se incorporó al CSIC antes de finalizar sus estudios. Ha desarrollado su investigación y carrera científica en esta institución, en la que alcanzó el máximo rango en el año 2004. Es especialista en Fisiología y Biología Vegetal y una de las tres académicas de número de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia, en la que actualmente ostenta el cargo de secretaria general.

Doctora en Ingeniería Agronómica por la UPCT, inició su formación científica en el año 2000 en el Imida, donde actualmente es investigadora del equipo de Genética Molecular de Plantas. Fue Mujer Murciana del Año 2006. Entre 2014 y 2016, tras llevar cuatro concejalías en el Ayuntamiento de San Javier, fue directora general de Investigación e Innovación de la Región de Murcia, una faceta que le permitió conocer más de cerca la política científica y su funcionamiento.

Doctora en Veterinaria y especialista en Nutrición y Bromatología, su labor investigadora se centra en la calidad y funcionalidad de los alimentos de origen vegetal, con especial atención a efectos de carotenoides en la salud humana. Desde 2009, es catedrática y fue la primera mujer veterinaria en lograr obtener esta categoría en la Universidad de Murcia. Es asesora de Aneca y Académica de Número de la Academia de Veterinaria de Murcia.

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